lunes, septiembre 24

ARREMETE NUEVAMENTE EL PRESBITERO PABLO HERNANDEZ MOJICA CONTRA EL OBISPO EDUARDO PATIÑO LEAL
LA TERCERA CARTA
CÓRDOBA, VER.- El presbítero con licencia, Pablo Hernández Mojica, que oficiara en las iglesias de Santa Rita de Casia y Santa María de Guadalupe, autorizó a este reportero la publicación de la tercera carta que enviara a la nunciatura apostólica en los meses de junio y julio del 2007, de una serie de 7 cartas enviadas para acusar a dos sacerdotes de debilidades sexuales, el primero con una mujer que trabajaba en la iglesia de Guadalupe y el segundo con el hijo d e la misma mujer.
Los sacerdotes Margarito Flores y Arturo Cisneros, son el eje central de la historia en el interior del clero cordobés donde el acusando afirma que cuentan con el apoyo del obispo Eduardo Patiño Leal.
Hola Hugo!
Tal vez puedas hacer publica esta otra carta
te lo agradeceré si la publicas el lunes, creo que es cuando más gente se enterará.
Cuidate
P. Pablo Hdez. Mojica
Al Nuncio Apostólico, a la Conferencia Episcopal, a los sacerdotes de la Diócesis de Córdoba y para que la comunidad simplemente lo sepa.
Después de todo este asunto vergonzoso que muestra la incapacidad del Obispo para administrar la vida y los valores de la fe, creo prudente expresar lo que espero:
Me educaron en la verdad y me dieron la oportunidad de amarla, por eso disfruto cuando la verdad se conoce y se difunde, esta es una de las características fundamentales de la verdad, los sabios dicen que la verdad tiene una característica esencial por lo que se impone por si misma para vencer a la mentira, a la ignorancia y destruir toda confusión.
1.- Espero que la verdad se sepa a plenitud para que cada persona asuma una actitud objetiva basándose en hechos reales, es denigrante que el Obispo premie a quien traiciona nuestros valores y ellos sigan burlándose de lo que me ha tocado vivir y sigan mintiendo y cosechando beneficios y privilegios por su hipócrita actitud.
2.- Reclamo que se aplique la justicia por la violación del sigilo sacramental y se reparen los daños que el Obispo perpetró, tanto en la Colonia Manuel González como al correr del seminario a un joven que se confesó con el P. Margarito y este lo difamó ante el Obispo y ante una familia de la Pino Suárez. Mínimo se merece una beca par que estudie una carrera que le de medios para su realización.
3.- Sería bueno que pagaran un tratamiento psicológico a la señora a quien Margarito usa como juguete pasional y es madre del joven con el que Arturo Cisneros disfruta su perversión sexual… Es un asco que el P, Cisneros presuma lo que no vive usando la brillante imagen y obra del P. Lino Larios.
4.- Para mi pediré lo que me corresponde…
Tengo 19 años de ordenado sacerdote y desde que llegó el Obispo Eduardo Patiño trabajé un año en la Escuela diocesana y un año en la Economía diocesana de Córdoba y el Obispo nunca autorizó sueldo alguno, decía que esperaba generosidad de sus colaboradores… yo también eso esperaba, además de respeto y seriedad en los asuntos diocesanos… ahora se que es un tirano y por eso reclamo justicia, ya que no permitiré que se burle de mis virtudes, y use la mentira a favor de su prepotencia.
Tomé, con permiso del Obispo un año sabático, me mandó a Alberione 4 meses y me retiró las licencias después de su mediocre solución al problema de Margarito…
En total son 56 meses en que no he recibido ningún apoyo y estoy seguro que me merezco un un trato justo, ya que a todos les consta la calidad y seriedad con la que desempeño lo que me han encomendado. Reclamo justicia y se aplique la "congrua sustentación del clero".
Existen tres niveles de prática de las virtudes:
1.- A todos nos obliga naturalmente la justicia social;
2.- A los católicos se nos invita a vivir el mandamiento del amor;
3.- Al Obispo se le exige "Caridad pastoral".
Me confrmo con la Justicia social, porque "nadie da lo que no tiene" y el Sr. Eduardo no ha demostrado aptitud para las dos virtudes siguientes.
Exijo que el Obispo se disculpe por las ofensas que no me merezco, publique que me devuelve las licencias ministeriales y la misma parroquia en donde ejercí el ministerio antes de sus amenazas y mentadas de madre y otras ofensas y me deje vivir según mi vocación y nos deje en paz… tal vez sea bueno que haga el proceso de Alberione, se cure y que Dios lo bendiga.
P. Pablo Hdez. Mojica
Julio 2007.

Fuente: Enlace Veracruz 212

1 comentario:

Anónimo dijo...

Apenas he tenidola oportunidad de leer esta serie de cartas publicadas. Me da tristeza y lástima que ocurran estos hechos dentro de una institución que está llamada a ser luz en elmundo. Cuente con nuestra oracion para que en nuestra amada iglesia haya paz y buen testimonio. Somos un grupo catolico de jovenes universitarios misioneros que tambien hemos sidos difamados y privados para trabajar en nuestra comunidad, todo por no ser aduladores del párroco y su consejo.

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