domingo, octubre 7

Socialismo de la libertad
Fco. Javier Chaín Revuelta

El proceso de trabajo hay que situarlo racionalmente al servicio del libre juego de la mente, de la imaginación y en el libre juego con las posibilidades placenteras de las cosas y la naturaleza.

La satisfacción de las necesidades que llevan a una libertad que crea de nuevo necesidades, expresan las contradicciones básicas del capitalismo en el ámbito del progreso técnico competitivo, como el conflicto entre el creciente nivel de vida extendiendo la forma mercancía de los hombres y las cosas. El modelo de progreso americano, por un lado, y, por el otro, el creciente potencial de libertad creando otras necesidades. Esto es, la solución de las necesidades por medio de la creación de otras necesidades, de otros valores y de otras aspiraciones en un juego ilógico y sin fin.

La utopía posible apunta no sólo a la reducción de la jornada de trabajo, sino a la transformación del trabajo mismo. Y no sólo por medio de las relaciones de producción básicas y las instituciones necesarias de una sociedad libre, sino también por medio de la emergencia y educación de un nuevo tipo de hombre, un hombre libre de las necesidades, aspiraciones y actitudes agresivas y represivas de la sociedad de clases, seres humanos que construyan solidariamente y por su propia iniciativa, su propio entorno, su propio “mundo de la vida” su propia “propiedad”.

El socialismo puede definirse como la restauración de la propiedad individual sobre la base de la socialización de los medios de producción y de la tierra. Esta nota pretende y se esfuerza por entender la extraña y hoy bastante olvidada reintroducción del concepto de propiedad individual dentro de la misma definición de socialismo como una visión de los rasgos más esenciales del socialismo: la visión de un nuevo modo de vida. El hombre no puede ahogarse y perecer como especie en sus vicios, mitos y tradiciones, ni resignarse con esa exclamatoria pereza de mentes congeladas que creen que “el mundo siempre ha sido así” El ser humano es biología a cultivar para crecer a estadios superiores, a un nuevo modo de vida social superior.

El sujeto de una nueva sociedad socialista debe ser el sujeto de una nueva sensibilidad. Hay algo así como un raíz instintiva de libertad en el individuo mismo y si esta raíz instintiva no puede crecer, la nueva sociedad no será libre, independientemente de las instituciones que ponga en marcha. La raíz instintiva de libertad en el individuo, por ejemplo, generará una necesidad biológica de silencio, soledad, paz; una necesidad de belleza y de placer, no como momentos pasajeros de relajación, sino como cualidades de la vida, que serán incorporadas al espacio mental y físico de la sociedad.

Se debe romper con la dominación y explotación y con el desarrollo represivo de las fuerzas productivas. La sociedad cualitativamente distinta será el logro de hombres y mujeres que se han liberado a sí mismos de la cultura material e intelectual de la sociedad de clases, y que son libres para desarrollar un lenguaje, un arte y una ciencia que respondan a una sociedad libre. fjchain@hotmail.com

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