martes, diciembre 11

Una vez más, Granier reprime a damnificados PDF Imprimir E-Mail
  • Se manifestaban cansados porque desde hace cuatro días llevan haciendo fila con miras a acceder a una ficha, y sin embargo, no han sido atendidos por personal del Servicio Estatal de Empleo
  • Ayer el módulo de atención no abrió porque presuntamente el gobierno del estado les adelantó su fiesta a los trabajadores de dicha dependencia
  • Los inconformes pedían hablar con Granier pero nunca apareció, ni tampoco sus funcionarios
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Los inconformes, acusaron que el motivo porque no se abrió la mesa de atención obedeció a que el gobierno del estado les adelantó su fiesta a los trabajadores del Servicio Estatal de Empleo. (Foto: Pericles

JUAN MANUEL DIEGO

De nueva cuenta el gobierno del estado respondió mediante el uso de la fuerza y con detenciones a una manifestación de personas que cerraron la esquina que conforman el velódromo de la Ciudad Deportiva y la avenida Heroico Colegio Militar, impidiendo el paso a todo tipo de unidades.

La protesta obedeció a que ayer no estuvo funcionando el modulo donde se entregan las fichas de apoyo a quienes perdieron su empleo a causa de la inundación, y que mediante un programa de asistencia que coordinan los gobiernos federal y estatal, tienen derecho a recibir 2 mil 200 pesos al mes.

Cansados porque desde hace cuatro días llevan haciendo fila con miras a acceder a una ficha, y sin embargo no han sido atendidos por personal del Servicio Estatal de Empleo, cientos de ciudadanos de diversas colonias y rancherías decidieron bloquear el concurrido paso, impidiendo la circulación de vehículos que necesitaban pasar la zona del velódromo a la altura de la Plaza del Injudet, o que querían tomar la calle Heroico Colegio Militar para salir a Plaza Cristal o tomar 27 de febrero.

Los inconformes tomaron este sitio porque cerca de ahí está el Salón Alas, antiguo Casino del Pueblo, en cuyo interior está localizado el único módulo de atención a los desempleados que buscan ese apoyo. Acusaron que el motivo porque no se abrió la mesa de atención obedeció a que el gobierno del estado les adelantó su fiesta a los trabajadores del Servicio Estatal de Empleo.

La manifestación dio inicio antes de las nueve de la mañana, y desde esa hora hasta cerca de las doce y media en que llegaron unos 200 policías antimotines y elementos del grupo táctico fuertemente armados a desalojarla, nunca llegó algún enviado del gobierno estatal que pudiera mediar o buscar una solución por la vía pacifica. Quienes exigían una respuesta a sus peticiones, lo que encontraron fue violencia y la detención de algunos de sus compañeros.

El anuncio de que la represión venía se dio al menos hora y media antes de la llegada de los elementos policíacos, cuando un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública sobrevoló en varias ocasiones la zona.

Otra advertencia la dieron policías que circulando sobre el velódromo, en varias ocasiones aventaron las unidades que conducían contra el grupo de manifestantes, quienes tuvieron que hacerse a un lado antes de resultar atropellados.

Momentos después fue cuando arribaron decenas de patrullas y un convoy de la policía estatal, de donde a toda velocidad bajaron no menos de doscientos elementos con armas largas, toletes y escudos para perseguir sin más a quienes mantuvieron bloqueado por más de cuatro horas el transito vehicular.

Al verse en desventaja numérica y de armas, pues sólo unos cuantos portaban algunos garrotes, los manifestantes tuvieron que salir corriendo alrededor del velódromo, pero algunos de ellos fueron capturados y subidos por la fuerza a las unidades.

Hasta el Ejercito Mexicano se prestó a este acto de intimidación por parte del gobierno del estado, pues varios soldados formaron una valla para impedir, no se sabe porque motivo, la entrada de la gente a la Plaza del Injudet.

Luego de la represión y consecuente disolución de la protesta, arribó hasta el Salón Alas el director del Servicio Estatal de Empleo, César Rojas Rabelo, quien recibió recriminaciones de quienes lo esperaban por el trato inhumano que se les da, pues llevan cuatro días sin poder conseguir su objetivo.

Por más de cuatro horas los protestantes exigieron al gobernador Andrés Granier Melo que diera la cara, pero éste ni sus funcionarios nunca hicieron acto de presencia. Otra inconformidad de la gente es que las fichas se les dieron a quienes llegaron después y no hicieron fila.

En tanto, Cesar Rojas Rabelo, titular de la dependencia, justificó las acciones de la policía estatal, al señalar que él había hablado con los manifestantes para explicarles el procedimiento para acceder a una ficha.

Manifestó que no había necesidad de realizar el bloqueo, pues él viene dialogando desde hace días con los solicitantes sobre la forma para tramitar el apoyo.

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