Al Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Al Comité Nacional para los Refugiados (CONARE)
A la Comisión Brasileña de Justicia y Paz (CBJP)
A los (as) Ilustres Ministros (as) del Supremo Tribunal Federal
A la Procuraduría General de la República
A innumerables personalidades de la vida política, social y cultural
A las Organizaciones de Derechos Humanos, Sindicales, Movimientos Sociales y Partidos Progresistas
A los Partidos Comunistas y militantes revolucionarios de diversas tendencias y nacionalidades
A los integrantes y simpatizantes de las FARC en el mundo
Al Pueblo del Brasil.
Con alegría recibimos y aplaudimos la liberación del Padre Oliverio Medina el pasado día 21 de marzo, cuando en magna Audiencia el Ilustrísimo Supremo Tribunal declaró extinto el proceso de Extradición que había contra él, en una histórica votación de nueve a uno.
En dicha Audiencia brillaron el decoro y el respeto con que son acatados los Tratados Internacionales de los cuales el Brasil es signatario; la soberanía en la toma de decisiones; el sentido de justicia en defensa de la vida, y; la solidaridad para con uno de los luchadores del país más violentado de las Américas por el Imperialismo Norteamericano y los gobiernos títeres que convirtieron el Terrorismo de Estado, el narcotráfico y el paramilitarismo, en pilares macabros de la estructura del Gobierno y del poder, conocidos como Seguridad Democrática.
Como el actual Gobierno no consigue doblegar por medio de la fuerza al pueblo colombiano que se levanta contra la corrupción y la tiranía narcoparamilitar, desesperadamente busca resultados donde sea y como sea. Por eso basado en montajes espurios intentó que el Padre Oliverio fuera extraditado. Claro, porque de lo contrario no recibe del Imperio de los Estados Unidos billones de dólares para sostener una guerra innecesaria e injusta, que podemos definir como infame genocidio. Gasta 19 millones de dólares por día. Qué absurdo!
Por eso el apoyo a la solución política del conflicto, al Canje de prisioneros o Intercambio Humanitario y a la búsqueda de la Paz con Justicia Social, son los ejes de la lucha del pueblo colombiano. Por eso, interpretando ese sentir popular, nuestra Organización revolucionaria ve que los colombianos estamos dando pasos concretos hacia la Reconstrucción y Reconciliación del país. De ahí que, no nos cansamos de ratificar que el conflicto social y armado sólo será resuelto mediante la solución de carácter político.
Todo porque la represión violenta del Estado y el gobierno actual jamás crea convivencia ni bienestar estable y duradero. Pues la solución de los problemas sociales, económicos y políticos no está en la paramilitarización del país ni en el hecho de inducir al pueblo a creer que la paz se sustenta en la fuerza bruta. En ese sentido la llamada Seguridad Democrática del Uribe Vélez, (Seguridad Nacional con nuevo nombre) es el ariete del Plan Colombia contra el pueblo colombiano y está siendo presentado como la panacea de la Seguridad.
Seguridad que persigue, reprime, desaparece, intimida, calla y mata a quienes no compartan ni acepten las políticas de la oligarquía asesina y arrodillada ante el Imperio, es Seguridad para las transnacionales y un puñado de oligarcas corruptos, responsables de la tragedia del pueblo colombiano. En los primeros cuatro años de Gobierno narcoparamilitar de Uribe Vélez fueron asesinados 20.000 colombianos. Y no es matando a los pobres como se resuelven los problemas de desempleo, hambre, desnutrición, enfermedades y analfabetismo en millones de compatriotas sumidos en el abandono y la desesperanza.
En lugar de dilapidar recursos en la guerra, debieran invertirse en la construcción de la Paz que pudiera ser convertida en política de Estado en cuyo proceso el pueblo participa ampliamente. Por eso proponemos el Canje de prisioneros o Intercambio Humanitario, al que podemos llegar con el apoyo solidario de Gobiernos amigos. Ese hecho puede convertirse en el primer paso para construir el Proceso de Paz esperado por la Comunidad Internacional con viva preocupación. Para hacer todas las gestiones con tranquilidad y seguridad hemos propuesto el despeje de los Municipios de Florida y Pradera en el Departamento del Valle. Nuestro país se puede transformar sin que el Estado persista en la guerra contra el pueblo.
En este marco vemos la Protección Internacional concedida por el Gobierno del Brasil al Padre Oliverio Medina, bajo la figura del Refugio, como valioso gesto humanitario con lo cual está indicando que en Colombia existen un conflicto económico, social, armado, la violación de los Derechos Humanos por parte del Estado y una crisis humanitaria sin precedentes en la historia reciente del País. Circunstancias claramente reconocidas por prestigiosas entidades internacionales y varios Gobiernos del Mundo, distintos al de Washington. Aliado natural del gobierno ilegítimo e ilegal de Álvaro Uribe.
Agradecemos a todas las personas que con sus buenos oficios, su solidaridad y esfuerzo impidieron la extradición y posibilitaron la concesión del estatus de Refugio para el Padre Oliverio, un luchador por la Paz con Justicia Social.
Atentamente,
FARC-Ejército del Pueblo, Comisión Internacional
Raúl Reyes
Montañas de Colombia, abril de 2007