lunes, octubre 22

Un futuro sin violencia en América Latina requiere de un cambio en las estructuras vigentes

El Presidente de la República, Rafael Correa, planteó hoy que “un futuro sin violencia en América Latina puede avizorarse a través de un cambio radical en las estructuras vigentes”, durante su exposición América Latina: por un futuro sin violencia, ante cientos de representantes religiosos y políticos que acudieron a la Sala Italia - Castel dell´Ovo, en donde participó en el encuentro "Para un mundo sin violencia, religiones y culturas en diálogos".

Agregó, además, que “no es posibles argumentar un futuro sin violencia mientras la desigualdad en América Latina impere, mientras los modelos heredados del neoliberalismo pretendan privatizar hasta el agua. No podemos imaginar una paz social sobre los sepulcros”.

El Jefe del Estado reiteró que “la pobreza no es fruto de la escasez de bienes, sino de las desvergonzadas e injustificadas distancias que existen entre quienes carecen casi de todo, y quienes concentran los bienes en abundancia”. Además, cuestionó la ausencia de la voluntad de los gobiernos para alcanzar una justa distribución de la riqueza.

América Latina vive cambios.- El Primer Mandatario resaltó que “América Latina no está viviendo una época de cambio, sino está viviendo un verdadero cambio de época”, dijo al manifestar que “el modelo neoliberal se está derrumbado como castillo de naipes, y nuevas propuestas están surgiendo, muchas incompletas, muchas en proceso, muchas en construcción pero con el sincero aporte de buscar mayor equidad, justicia y social, y con ello, buscar una verdadera paz”.

Además, el Presidente Correa destacó que “gracias a Dios en gran parte de Sudamérica, entre ellos Ecuador, existen gobiernos progresistas, soberanos y dignos que han llegado a lo largo y ancho de la región, no por ser especiales ni mucho menos, sino por los pueblos que se cansaron de ser explotados y que ha dicho basta, y han dicho presente”, afirmó.

El Ecuador avanza.- El Jefe del Estado dijo que el Ecuador avanza en el proceso de revertir la inequidad social “porque las políticas sociales que hemos aplicado desde el 15 de enero están dando frutos. Las estadísticas nos dicen que están disminuyendo la pobreza urbana y que después de 20 años por primera vez, la tendencia los a acumular el precio y la inequidad se ha revertido, y hoy tenemos una tendencia a mejor distribución de la riqueza. Con equidad, soberanía, y libertad podemos asumir todos los desafíos para enfrentar la otra violencia la particular, la mafiosa: la demencial”, dijo.

Compromiso global.- “Para alcanzar de este futuro, no solo necesitamos del todos los gobiernos, sociedades y pueblos de América Latina sino de la sociedad global”, manifestó el Mandatario al proponer que se necesita de una nueva forma de globalización y no como la globalización neoliberal que vivió el Ecuador. “La globalización neoliberal fue cruel, no buscó convertirnos en una sociedad global, sino en tan solo un mercado global y en consumidores globales”.

Clave mundo mejor.- Finalmente, el Presidente de la República reiteró que “para encontrar un mundo más justo, equitativo y humano se requiere de un sistema económico que privilegie la justicia y juntar esfuerzos para superar políticas propias”.

El Presidente Correa estuvo acompañado de la Ministra de Relaciones Exteriores y las Secretarias del Migrante y de Comuniaciòn, entre otras autoridades diplomàticas

Presidenta de la Comisión Electoral Nacional destaca masiva asistencia
a las urnas

La presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN), María Esther Reus, afirmó que las elecciones municipales cubanas tuvieron un balance positivo, ante la masiva asistencia de los ciudadanos, reportó Prensa Latina.

Valoramos el proceso como positivo, porque la respuesta del pueblo fue la esperada. Los cubanos asistieron la víspera a las urnas con disciplina y organización, precisó Reus luego de expresar que la jornada se desarrolló sin incidentes.

La también Ministra de Justicia añadió que la CEN continuará la recopilación de los datos del sufragio para divulgarlos lo antes posible.

El secretario de la Comisión Electoral Nacional, Tomás Amarán, informó que a las 15:00 hora local (19:00 GMT) ya había ejercido su derecho al voto el 90,32 por ciento de los ocho millones 376 mil 234 empadronados.

Al proceso estaban convocados todos los cubanos mayores de 16 años y no inhabilitados judicialmente para elegir 15 236 concejales que integrarán las 169 Asambleas Municipales del Poder Popular, de una cantera de 37 258 candidatos.

Para eso abrieron más de 37 700 colegios electorales, atendidos por varios miles de voluntarios y custodiados por escolares, una opción desde que se instituyera aquí el Poder Popular en 1976.

Tras ser escogidos el domingo (con balotaje el 28 si hubiera empate o ninguno alcanzara más del 50% de las boletas), hasta la mitad de los concejales podrán integrar las 14 asambleas provinciales y la Asamblea Nacional.

De acuerdo con la convocatoria a la justa, librada el 9 de julio pasado por el Consejo de Estado, los comicios para delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y los de los diputados al parlamento se realizarán en fecha aún por definir.

¿Existe democracia en Cuba?
Crónica electoral desde La Habana

Pascual Serrano
Rebelión

Hoy, domingo 21 de octubre, lo he dedicado a curiosear la jornada electoral en la provincia de Ciudad de La Habana donde se elegían a los representantes municipales. La primera complicación es comprender el sistema electoral para un extranjero, para ello el mejor modo es hacerse la siguiente pregunta: ¿Cuál es el procedimiento para que un ciudadano normal pueda ser representante municipal en Cuba?

Pero antes veamos cuál es ese mismo procedimiento en otro país. En España, por ejemplo, ese ciudadano debe pertenecer a un partido político, la dirección de ese partido político debe considerar adecuado que el ciudadano ocupe un puesto en la candidatura electoral –la mayoría de los partidos no establece mecanismos electorales internos para esa distribución-, el partido político debe recurrir a los métodos habituales de publicidad electoral como impresión de folletos que expliquen el programa y de carteles electorales, pegada y difusión de esa publicidad, etc… Todo ello requiere de un gasto económico que el ciudadano normal y la mayoría de partidos políticos no tienen, tan sólo los partidos ya consagrados que lograron gran representación en elecciones anteriores por las que consiguieron recursos públicos proporcionales a esa representación. Su propuesta también puede ser conocida mediante los medios de comunicación, pero éstos informan de los que quieren, entrevistas a los que ellos deciden y aceptan publicidad sólo de quienes les pagan. Por otro lado, nuestro ciudadano candidato deberá aceptar la disciplina, directrices y programa del partido político que le incorporó a una lista en la medida en que depende de él para ser candidato y a ellos les debe haberlo sido.

A la hora de las elecciones, el votante no puede elegir al ciudadano, debe seleccionar toda la lista de una candidatura con lo que puede estar dando su voto a alguien a quien no quiere al estar acompañando a la persona a quien desea elegir.

Si nuestro ciudadano que deseaba ser representante sale elegido puede que su cargo sea remunerado, en cuyo caso quizás lleguemos a la conclusión de que lo que pretendía era lograr un trabajo asalariado, lo que hace muy dudosa su vocación de servicio público. Si, por el contrario, no cobra nada por su dedicación deberá trabajar una jornada completa en otra profesión para sobrevivir mientras que otros representantes, que sí cobren por su cargo, pueden dedicarle a él muchas más horas de trabajo y, por tanto, presentar ante la población un balance de mayor dedicación.

Ahora veamos cómo es en Cuba. Allí la sociedad se organiza en asambleas o áreas, que son grupos vecinales de en torno a trescientas personas más o menos. Hasta ocho áreas pueden integrar una circunscripción electoral que deberá elegir un delegado o concejal. Los vecinos de las asambleas se reúnen para proponer candidatos electorales de su comunidad. Cualquier persona puede sugerir un nombre y la asamblea selecciona mediante votación al vecino que llevará como candidato para delegado de la circunscripción. Podrá haber, por tanto, hasta ocho candidatos para ser delegado de la circunscripción en caso de que sea un nombre diferente por cada asamblea. No suele ser así porque varias asambleas pueden coincidir en proponer a una misma persona.

El día de las elecciones, todos los votantes de la circunscripción deben elegir a uno de entre los diferentes candidatos, que serán entre dos y ocho. La difusión y conocimiento de la figura de cada candidato es mediante carteles en diferentes lugares concurridos de la comunidad que incluyen foto y breve currículo de todos ellos. En realidad, la mayoría de los votantes ya los conocen porque ya fueron preseleccionados por las asambleas y todos proceden de esa comunidad. No se hace más propaganda que el cartel con foto y currículo donde, como ya hemos dicho, están todos los candidatos.

La inclusión en el censo es automática, los listados se exponen con antelación para que cualquier elector compruebe su presencia, y el voto es voluntario y secreto. La jornada electoral transcurre desde las siete de la mañana a las seis de la tarde, las urnas se sellan al comienzo y son custodiadas por niños, existe un presidente de mesa y vocales pertenecientes al barrio. Los colegios disponen de cabinas o lugares donde se garantiza que el voto sea secreto. Se dispone también un urna portátil para desplazarla a los domicilios de los votantes que puedan estar impedidos físicamente, la lleva algún representante de la mesa acompañado de un niño en edad escolar. Al final de la votación se hace el recuento que es público.

Para ser elegido se deben sacar el cincuenta por cien de los votos más uno, si no fuera así habrá una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Finalmente se ha de saber que el representante elegido no cobrará sueldo alguno por su labor, seguirá desempeñando el trabajo que tenía y se dedicará a sus responsabilidades públicas en su tiempo libre.

Como de todos es conocido, al sistema cubano se le acusa de no celebrar elecciones o de que éstas no son transparentes ni democráticas. Pero un reportaje de la BBC de ese mismo día sobre las elecciones cubanas informa del caso de un opositor que “se presentó en su barrio como candidato” y afirma textualmente: "obtuve 5 votos en un centenar de personas, el 5% del total".

Ante ese desesperanzador panorama para la oposición, según afirma el reportaje de la BBC, “la mayor parte de los grupos opositores han optado por llamar a la población a anular su voto escribiendo un ‘no’ en la boleta, de tal forma que se pueda contabilizar el apoyo real que tiene la disidencia”. Parece razonable que el modo que podrían tener los ciudadanos para manifestar su rechazo al sistema podría ser no votando puesto que el voto es voluntario. O, en caso de no querer verse identificados como abstencionistas, hacerlo con un voto nulo, el solicitado NO desde Miami. Sin duda, el dato de la abstención o de los nulos nos podría servir bien para poder cuantificar la representación del colectivo crítico con el sistema socialista cubano.

Durante la jornada electoral visité colegios electorales en populares municipios de la provincia de Ciudad de La Habana como Marianao y La Lisa. En ambos los candidatos eran tres, sus nombres estaban incluidos en la papeleta y el votante debía marcar uno de ellos. El cartel con su foto y currículo figuraba en el colegio electoral, pude comprobar que se trataba en la mayoría de casos de trabajadores corrientes que vivían en el barrio, en el caso de Marianao, uno de ellos pertenecía al Partido Comunista de Cuba y los otros dos no.

Para el recuento visité y asistí como testigo en otro colegio electoral, en esta ocasión en el barrio de Vedado, perteneciente al municipio Plaza de la Revolución. Allí el censo era de 359 votantes, de los cuales ejercieron su derecho al voto 327, es decir no votaron por diferentes razones 32 personas.

Los votos se distribuyeron entre 138 para la candidata mujer más apoyada, 97 para el siguiente y 71 para el tercero. Hubo 21 votos anulados, la mayoría porque marcaron a más de un candidato o a ninguno, uno de los votos porque estaba todo tachado y otro más con las letras NO atravesando la papeleta. Pendiente de los datos definitivos de todo el país, mi experiencia es que la distribución de voto del colegio en el que estuve, en especial en lo referente a abstención y nulos, era similar a los de otras convocatorias electorales: más de un noventa por ciento de participación y menos de un tres por ciento de nulos. En cualquier caso, yo fui testigo de que el socialismo cubano tiene oposición dentro del país, lo vi con mis propios ojos, un voto que decía NO como pedían desde Miami, de entre 327.

Y en cuanto a la metodología electoral, no es perfecta, y tampoco podemos pensar que deba ser aplicable en otros países. Lo que es indiscutible es que nadie puede decir que los países capitalistas son más democráticos. Nosotros nos hemos limitado aquí a explicar una jornada electoral en Cuba, que cada uno valore. Y de paso que compare con la abstención en su país.

www.pascualserrano.net

¡Socorro, llegan los yanquis!
François Soudan
Jeune afrique

Traducido por Caty R.

La creación del Africom, centro de mando militar estadounidense destinado al Magreb y al sur del Sahara, suscita vivas polémicas. Por qué y cómo Washington intenta enrolar al continente en su guerra contra el terrorismo.

En la web oficial del DOD (Departamento de Defensa estadounidense), con la firma del United States Africa Command, una oferta de empleo, como mínimo sorprendente, llama la atención estos días. “Si usted busca una nueva oportunidad para su carrera, nosotros le invitamos a unirse a un equipo histórico. Una estancia en el Africom le ofrecerá la posibilidad de enriquecer su currículum profesional. Africom es su oportunidad de cambio para trabajar en una organización eficaz e imaginativa. Africom, un nuevo estilo de mando”.

A pocos días de su prelanzamiento, previsto a principios de octubre en Stuttgart, y a menos de un año de su entrada en funcionamiento en el continente, el centro de mando militar estadounidense para África (Africom) recluta. A la cabeza de esta nueva estructura, cuya creación anunció George W. Bush el pasado mes de febrero, se ha nombrado al general afroestadounidense William “Kip” Ward de 58 años, quien espera que esta campaña de seducción lanzada a sus compatriotas tenga más éxito que la que lleva a cabo desde hace varios meses, de capital en capital africana, para encontrar un país de recepción para su futuro cuartel general.

Aunque quizá este continente es la región del mundo donde el sentimiento antiestadounidense está menos pronunciado hoy (sobre todo en la zona subsahariana), hasta ahora sólo un país ha ofrecido oficialmente sus servicios: Liberia. Eso sí, en términos de interés estratégico, logístico y económico –hay que reconstruirlo todo, o casi- y sin duda trata de la elección menos interesante para el Pentágono, que piensa instalar un potente QG (cuartel general, N. de T.), de entre 400 y 700 hombres, del que dependerán varios puntos de apoyo dotados con infraestructuras ubicadas con anterioridad -combustible, municiones, etcétera-, todo ello según las normas del ejército de Estados Unidos.

Frente a la trinchera diplomática erigida por Sudáfrica y en menor medida por Argelia y Libia, el injerto Africom tiene dificultades para arraigar. Hasta el punto de que el Pentágono ha tenido que desistir del plazo de febrero de 2008 para finalizar el proceso de selección del país huésped. Los antiAfricom recibieron a finales de septiembre un apoyo inesperado del ex presidente del Banco Mundial, halcón al parecer arrepentido de la administración Bush, Paul Wolfowitz: “No estoy convencido de que el Africom, cuya creación me sorprendió, sea una buena idea”, explicó. “Puedo comprender perfectamente que los africanos, que no han olvidado el apoyo que brindamos en el pasado a dictadores como Mobutu, expresen reticencias en cuanto a la presencia de soldados estadounidenses en su territorio”. Si se añaden el escepticismo de Francia y las sospechas de China -que cree detectar en este proyecto una voluntad de frustrar sus ambiciones comerciales en el continente-, así como las protestas de todos los que opinan que el Africom es un medio para implicar a África en la guerra mundial contra el terrorismo, tenemos un coro completo. Evidentemente los estadounidenses, que siempre tienen dificultades para admitir hasta qué punto llega la impopularidad de su política exterior, no se esperaban semejante acogida.

Por lo tanto, ¿renunciarán al Africom? “Totalmente imposible”, responde Washington. Como prueba está el extenso argumento a favor del proyecto difundido recientemente por el Pentágono y firmado por la secretaria adjunta a la Defensa para los Asuntos Africanos, Teresa Whelan. En el capítulo “Africom, mitos y realidades”, se puede leer que el ejército estadounidense no tiene la intención de instalar nuevas bases permanentes en el continente, que su presencia será “relativamente modesta y discreta”, que el Africom incluirá un gran componente civil y humanitario, que la preocupación de proteger las fuentes de suministro de energía de Estados Unidos no es fundamental y que el conjunto del proyecto sólo responde a una preocupación de racionalización de los distintos mandos estadounidenses en el mundo. Una pequeña autocrítica: Whelan admite que el Africom debería haberse puesto en marcha… antes. Sin embargo, al volver la página, algunas líneas extraídas de la hoja de ruta del Africom ponen la mosca tras la oreja: “El US Africa Command”, se puede leer, “podrá, en determinadas circunstancias, llevar a cabo operaciones militares con el fin de rechazar las agresiones y responder a las crisis”. El diablo siempre se esconde en los detalles…

Realmente, tras la fachada de Peace Corps de la operación, hay un enfoque más belicista y una intención de reconvertir el continente en los términos de información, presencia diplomática (actualmente Estados Unidos tiene menos embajadas en África que China) y capacidad de acción militar que conlleva el proyecto Africom. La visión típica desde septiembre de 2001 ya experimentada -¡con el éxito que todos conocemos!- en Oriente Próximo, que consiste en vincular contraterrorismo, preocupación humanitaria y promoción de la buena gobernanza en un marco estratégico unificado, sirve de taparrabos a la continuación y refuerzo de una expansión militarista evidente desde hace seis años: a la implantación de una potente base permanente en Yibuti sucedieron la Pan Sahel Initiative (PSI), las intervenciones de la CIA en Somalia contra los Tribunales Islámicos (que fracasaron ostentosamente), la transformación de la Etiopía del neodictador Meles Zenawi en centro de detención e interrogatorio de presuntos yihadistas, la instalación de una potente estación de escucha en Santo Tomé, las negociaciones de facilidades navales y aéreas con una docena de países, de Mozambique a Mauritania, y la construcción de nuevas embajadas bajo las normas de seguridad establecidas tras el 11 de septiembre.

Todos los programas de formación de los ejércitos africanos para el mantenimiento de la paz de los años noventa, dirigidos por instructores estadounidenses, evolucionaron hacia el entrenamiento de fuerzas especiales antiterroristas. Esta expansión global así como la necesidad de proteger los campos de petróleo del Golfo de Guinea (entre el 15% y el 20% de las importaciones de crudo actuales de EEUU, que llegarán al 35% en quince años) convirtieron en un imperativo, a los ojos estrategas del Pentágono, la instauración de un mando único y específico para todo el continente, que hasta ahora depende de tres direcciones diferentes (Eucom, Centcom y Pacom).

Pero ¿África tiene algún interés en ver a los soldados yanquis campar por sus respetos en su territorio? Si existe, este interés no puede ser más que transitorio y puramente económico para el país que finalmente acepte albergar el Africom, ya que los demás no ven claros los aspectos de paz y estabilización ni la garantía de futura prosperidad que puede representar esta enorme, ostentosa y unilateral presencia estadounidense. Washington no consultó a nadie antes de imponer el Africom, se contentó con simples giras informativas obviamente poco convincentes. Además de que atraerá a los terroristas más que rechazarlos y de que toma a África como rehén de una política exterior como mínimo cuestionable, esta nueva estructura estará únicamente al servicio de los intereses de seguridad de Estados Unidos cualquiera que sea la cobertura semántica (asociación, concertación, intereses mutuos, etcétera) que se utilice para conseguir que se trague la píldora.

¿Quién estará después realmente en condiciones de oponerse a las órdenes del Africom cuando decida, por ejemplo, enviar una fuerza de reacción rápida a “limpiar” el Delta del Níger, o incluso si pretende intervenir contra regímenes catalogados como hostiles o peligrosos, como Eritrea, Zimbabue o Sudán?

Seguramente todavía se está a tiempo de limitar los daños previsibles y exigir, como ha hecho Sudáfrica, que el puesto de mando Africom se establezca en Europa y no en el continente. Y aprovechar para recordar una pretensión elemental de soberanía desgraciadamente olvidada: el cierre de todas las bases militares en África, empezando por las francesas, cuya persistencia parece cada vez más anacrónica. Es lo que señaló hace algunos días, mezza voce, en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, el Presidente de la Comisión de la Unión africana Alpha Oumar Konaré. Pero estaba muy solo. Y sobre todo sin ilusiones.

Texto original en francés:

http://www.jeuneafrique.com/jeune_afrique/article_jeune_afrique.asp?art_cle=LIN30097ausectneuqr0

*François Soudan es el director de redacción de Jeune Afrique y vicepresidente del grupo desde octubre de 1977. Apasionado de África, de la escritura y la información, es autor de los libros: Mandela l'indomptable, París 1977; Kaddafi et la CIA y Le marabout et le colonel, 1992; así como de miles de artículos, reportajes y entrevistas.

*Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.

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