Las sagradas dioxinas
Fco. Javier Chaín Revuelta
Ahora que la partidocracia esta desatada al grado que no se aprecian por ningún lado candidatos independientes, es justo destacar que sólo se aprecian decenas y docenas de candidatos dependientes. Los que antaño querían jugar a las elecciones por la libre, se han convencido que los partidos políticos son los dueños del congreso y del poder legislativo. La otrora famosa garantía constitucional de poder “votar y ser votado” se encuentra bloqueada por siempre y los guardianes partidistas nunca jamás dejarán pasar a ninguna persona que se quiera candidatear por la libre. Todo el que aspire debe pagar la caseta de peaje partidista en cualquiera de sus únicos tres carriles pintados de Amarillo, Azul y Rojo respectivamente.
El menú del banquete político sólo tiene tres menús, todos capitalistas y ninguno oferta algún cambio sustancial o de importancia que tienda hacia alguna nueva organización social que de verdad redima al hombre de la esclavitud o al menos proponga una pizca de justicia y un poco de alimento o afecto para tantos miserables y enfermos que llenan todas las calles y campos de este contaminado país, donde miles de millones de toneladas de basura sólo cambian de lugar. Los desechos del inútil consumo capitalista se recogen de las casas y se colocan en los tiraderos. Sólo pasan de un lugar a otro. Es todo. Se depositan juntos y revueltos a cielo abierto donde el mismo Dios pueda verlos sin usar rayos X y pueda aspirar, junto con el Hijo y el Espíritu Santo, las sagradas dioxinas. La ciudad de Córdoba es ejemplo fidelísimo en mostrar la incapacidad de los gobiernos municipales para manejar la basura. Si tomamos sólo la historia reciente (para que la nota no sea tan histórica) ni el tal Tomás, ni el otro Armando, ni el Hugo, y tampoco el tal Paco (que mejor saltó a otra nave presupuestal) pudieron resolver el contaminante problema. En estos años que el medio ambiente vuelve a estar de moda, los adivinos y profetas ya anuncian que seguramente ni el que vendrá, podrá conseguir que la inmensidad de la basura capitalista no lo aplaste como a sus antecesores junto con todos los conciudadanos.
Pero lo que quiere la nota es mostrar, tanto a los que se olvidaron de ser candidatos independientes como a otros interesados en crear y registrar su propio partido político, el artículo 26 del vigente Código Electoral del Estado de Veracruz, que dicta lo que deben establecer sus estatutos: “Una denominación propia y distinta a la de los otros partidos registrados, acorde con sus fines y programas políticos, así como el emblema, color o colores que lo caractericen (contribuya al arcoiris), que deberán estar exentos de alusiones religiosas o raciales y no contravenir los preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la del Estado; los procedimientos de afiliación libre e individual y los derechos y obligaciones de sus miembros; dentro de los derechos se incluirán el de participar personalmente o por medio de delegados en asambleas y convenciones, el de ser integrantes de los órganos directivos y la obligación de poner a disposición de los interesados la información pública del partido; los procedimientos internos para la renovación de su dirigencia y la integración de sus órganos, así como sus respectivas funciones, facultades y obligaciones, los cuales en todo momento deberán ser del conocimiento publico. fjchain@hotmail.com
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