martes, septiembre 11

Una noche en Córdoba

Crónica

Adriana González R. /El Mundo de Córdoba
México 11 de septiembre, 2007

El miedo por la explosión, hicieron huir a 40 personas de Omealca hacia esta ciudad, donde el Ayuntamiento los albergó en el gimnasio El Mexicano

Muchas familias quedaron en la intemperie al huir del siniestro ocurrido en Omealca, al explotar los ductos de Pemex.

El Mundo de Córdoba

Entre la oscuridad de la noche, intensas llamas de fuego despertaron al municipio de Omealca.

El intenso ruido procedente de las explosiones de los ductos de Pemex, así como un intenso zumbido en sus oídos que desaparecerá hasta dentro de varios días, provocó el temor entre los habitantes, lo que los obligó a huir hacia Córdoba.

Eran las tres de la mañana de ayer lunes, cuando alrededor de 40 personas procedentes de Omealca se presentaron al Palacio municipal.

Ahí se concentraron en el parque 21 de Mayo, e inmediatamente, personal del DIF, así como de Protección Civil y de la Policía municipal, trasladaron a los afectados por la explosión al gimnasio municipal 'Unidad y Trabajo' ubicado en la colonia San José

A las cuatro de la mañana, el albergue ya se encontraba instalado con cobijas y catres para momentáneamente cobijar a estas personas que, debido al susto, el miedo y la incertidumbre, salieron de sus casa sin más pertenencias que las que llevaban puestas.

Esa primer noche la pasaron intranquilos, cuestionando quizá ¿qué es lo que en realidad había pasado?, pensando en cómo se encontrarían sus familiares, sus vecinos y conocidos, e intentando conciliar el sueño.

Por la mañana, el DIF se encargó de darles desayunos consistentes en salsa de huevo, frijoles, y café, mientras que para los más pequeños leche con chocolate.

Mientras, la asistencia médica nunca faltó, pues había personas de edad que sufren de la presión, los más pequeños disfrutaban de su siesta matutina, y los más grandes preguntaban a las autoridades si tenían conocimiento de cómo se encontraba actualmente la situación, y si sabían si sus familiares estaban bien.

"Se miraba clarísimo, y el olor a petróleo era muy intenso" menciona María Inés Morán, habitante de Providencia, quien salió de su casa nada más con su bebé de meses en brazos; pidió raid a una camioneta que pasaba por el camino y llegó hasta Córdoba.

"El fuego era bien elevado, veía luz como si fuera de día" narra Pascasio Ramírez Méndez, quien tiene 69 años y habita en Omealca.

La comida también fue servida ahí: guisado de calabacitas con soya, arroz, frijoles y agua de jamaica, mientras la directora del DIF llevaba medicina a quien lo necesitaba y daba leche de fórmula a la bebé de cinco meses.

Las 40 personas, de las cuales 10 eran menores de edad, se encontraban tranquilos: algunos apenas comenzaban a conciliar el sueño, mientras que otros, sólo esperaban que las autoridades competentes les indicaran que podrían regresar a su casa.

REACCIONES

ALERTA:

"Eran las tres de la mañana cuando escuché la sirena y a los bomberos; supe inmediatamente que no era por cuestión de lluvias. Ahora, felizmente todos están a salvo: eso es lo más importante".

Yolanda Monluí Fernández

Alcaldesa de Córdoba

CERTEZA:

"Todo está bajo control. A los bomberos del municipio los regresaron, porque Pemex cuenta con todo lo necesario para solucionarlo".

Carlos Basáñez Limón

Titular de Protección Civil municipal

PREVENCIÓN:

"Tenemos todo totalmente controlado; cobertores, colchonetas, comida, y todo tipo de higiénicos, para que en caso de que se lleguen a quedar más tiempo, nos alcance hasta para una semana o más".

Janet Zárate Monluí

Presidenta del DIF municipal

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