miércoles, noviembre 28



Bloquean damnificados periférico de Villahermosa



Colonos del fraccionamiento Tulipanes, callejón de los Aguadores y Guayabal, exigen ser considerados en el pago de 10 mil pesos para la compra de enseres domésticos
Pedían hablar con Granier pero nunca les dio la cara, quien llegó fue el edil de Centro, Evaristo Hernández
Protestan niños, adultos, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres, indignados porque la Delegación de la Secretaria de Desarrollo Social no los quiere incluir en el programa de beneficios para resarcir en algo, la pérdida, entre otros bienes de los enseres domésticos que miles de habitantes de Villahermosa, incluyéndolos a ellos, perdieron. (Foto: Tomás Rivas)
CECILIA VARGAS
Residentes del fraccionamiento Tulipanes, callejón de los Aguadores y Guayabal bloquearon ayer por la tarde el periférico Carlos Pellicer para exigir que el pago de 10 mil pesos para la compra de enseres domésticos sea “por parejo” para todos los damnificados de la reciente inundación
Desde la dos de la tarde, los vecinos se fueron juntando, como a las cinco de la tarde eran alrededor de doscientos, que con una valla detuvieron el tráfico de los vehículos de lado y lado a la altura del teatro Esperanza Iris, su exigencia principal era la presencia de Andrés Granier Melo.
Niños, adultos, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres, indignados porque la delegación de la Secretaria de Desarrollo Social no los quiere incluir en el programa de beneficios para resarcir en algo, la pérdida, entre otros bienes de los enseres domésticos que miles de habitantes de Villahermosa, incluyéndolos a ellos, perdieron.
“¿Dónde está la ayuda económica que está en las cuentas bancarias de apoyo nacional e internacional?” “Queremos un gobernador que nos apoye y lo invitamos a que pase a visitarnos casa por casa y se de cuenta de lo que perdimos y porque peleamos esa ayuda?”, decían algunos de los carteles que exhibían.
Alrededor de las cuatro de la tarde hizo su aparición, el subsecretario de gobierno Aquiles Domínguez, para tratar de calmar los ánimos y convencerlos de que dejaran libre la importante avenida.
Ya para esa hora, el bloqueo estaba desquiciado el tráfico en Paseo Tabasco, Paseo Usumacinta, pero sobre todo en la avenida Javier Mina y otras calles aledañas.
Pero los vecinos se mantuvieron firmes en su decisión de exigir la presencia de Granier, porque de no ser así no se moverían, alrededor de las 17 horas una camioneta de funcionario de alto nivel, hizo acto de presencia y todos los residentes se abalanzaron gritando: ¡Granier! ¡Granier! ¡Granier!.
Sin embargo, quien bajo del vehículo fue el presidente municipal del Centro, Evaristo Hernández, cuya presencia causó una momentánea desilusión entre los protestantes, pero luego descargaron en él, sus inconformidades.
“No se vale que porque vivimos en una privada o porque nuestras casas son de dos pisos, tenemos el dinero del mundo; somos trabajadores, votamos por usted y confiamos en su palabra. No se vale que a los que vivimos en la privada del fraccionamiento Tulipanes se nos diga que no nos apoyaran con los 10 mil pesos, porque no lo necesitamos”, le dijo la maestra Carmen de los Santos Luna. .
“No somos gente rica, nos levantamos a las cinco de la mañana a trabajar. Yo me acuerdo bien que el señor Presidente dijo que la ayuda sería para todos, y en el diccionario, todos es todos, no solo los de Gaviotas, Monal o Torno Largo, sino todos a los que nos llegó el agua”.
Testimonios de familias que disponen de una casa en Tulipanes -considerada hoy residencia de pobladores de clase media- levantadas a punta de trabajo y sacrificios por varios años hay muchos en esa zona, también lamentos de lo que el agua les llevó desde el primero de enero, lo que fue su hogar, herramientas de trabajo y medios de subsistencia.
Emilia Baeza Vidal, de 72 años hace ocho días regresó a su casa de Girasol 100 en donde vive con su esposo, una hija y un nieto, “todavía no acabo de limpiar” nos dice que cuando el agua le llegó al pecho, “quería perder la vida, porque es lo único que me quedaba”, ese día ya nadie vino por los 80 pibipollos que me habían encargado y que ya estaban listos, lamento mucho la perdida de una batidora que me acababa de comprar y que me costó 7 mil pesos”.
Antes estaba contenta porque el gobierno de Andrés Granier me daba la ayuda para los de la tercera edad, dijo, pero de un momento a otro me la quitaron, en cambio a mis amigas que reciben pensión del IMSS u otras ayudas, las siguen recibiendo.
“Por eso yo con el alma quisiera pedirle al Gobernador que me la reintegre, porque yo no dispongo de un sueldo, la mayoría de las ventas que hago son los fines de año, tengo a mis hijas pero no me gusta ser una carga para ellas; Granier era mi amigo cuando no era Gobernador, llegaba a mi casa, cuando llegó a la gubernatura le pedí trabajo para una hija, y cero, ahora está muy lejos de nosotros”.
“No nos vamos a mover, tantos días estuvo inundada la colonia y no solo ni nos han mirado, sino tampoco nos han hecho llegar ni una despensa, ni una botella de agua”, gritaba a Aquiles Domínguez, la señora Verónica Gallegos con domicilio en Tulia 203, y se quejaba que en esa colonia viven varios ancianos y discapacitados que el día de la inundación no pudieron salvar nada.
Ella, su madre y su hermano no solo perdieron en esta inundación el patrimonios de sus hogares, también lo que había en sus negocios, el de ella un salón de belleza, el de su hermano una agencia de publicidad y su madre su pastelería.
Dijo que la delegación de la Sedesol, no les reconoce el vale que les dieron luego de permanecer formados hasta la madrugada de un día, nos dijeron que es nulo y que ahora hay que esperar el censo, y han censado en otras colonias y nosotros los hemos estado los hemos rodeado para que realicen ese trabajo aquí, pero hasta el día de hoy no han pasado “Ahora nos dicen que a los de Tulipanes no los iban a ayudar porque son gente de buena posición, lo que no saben es que somos gente que de años, con sacrificios, levantó sus casas”.
El día de hoy estamos sin nada a nuestras casas de les cayeron las paredes, están sin pintura, sin muebles, sin estufa, sin refrigerador. Nos tuvieron 8 o 9 días en el agua, junto a montañas de basura, “¡ahora que se aguanten!”, dice respecto a su decisión de mantener el plantón en la vía vehicular.
Hoy nos quitaron la basura, pero la pestilencia sigue y un hombre de los de limpia, creyó que era por eso que nos quejábamos y hasta nos dijo que éramos unos muertos de hambre.
No nos vamos a dejar, porque 10 mil pesos no son nada, si uno mira los precios de un refri chiquito, 7 mil pesos, pero además, sin consideración alguna para los damnificados, este día pasaron los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad levantando la lectura y los de Teléfonos de México ya están cobrando y ni siquiera han reparado las líneas, para eso no nos sirven las despensas.
Ahora si el gobierno no quiere darnos el dinero, que nos repare nuestros electrodomésticos, que ellos hablen con las empresas para que nos los recuperen.
Al borde de las lágrimas, José Antonio López Carrera, con domicilio en Tulia 106, expresa:
“Aquí en Tulipanes nunca nos han atendido, ni los presidentes municipales ni gobernadores, solo viene por el voto; he sido priísta desde que nací, quizá ahora me arrepienta”.
El agua subió dos metros en nuestras casas, perdimos todo nuestro patrimonio. Soy jubilado de la Secretaria de Salud, en donde trabajé 45 años, tengo una pensión de 5 mil pesos mensuales con la que mantengo a mi esposa”.
“Compré mis colchones con mucho sacrificio, ahora no tenemos ni eso y ya no me dan préstamos porque tengo 75 años ¿Cómo empezar otra vez? Creo que quieren que nos muramos porque aquí ni una despensa, ni un botellón de agua. Dicen que aquí vivimos gente adinerada y no es cierto, aquí puro burócrata, jubilados, gente que tiene sus negocios, pero todos vivimos al día y que tenemos nuestra casita gracias a sacrificios”.
Don José Antonio lamenta también haber perdido sus libros, y los documentos que tenía en casa del trabajo que le hacía a unos contadores, pues él también es contador público y con eso se ayuda.
El presidente municipal del Centro, luego de escuchar las quejas y demandas, informó que en una plática que tuvo con la delegada de Sedesol en Tabasco, Dora Scherrer y al que el Gobierno del Estado y las presidencias municipales solo les queda sumarse, la funcionaria prometió que en quince días terminarán de censar a los afectados del Centro y pidió a los residentes de esa zona que esperen ese plazo.
Sin embargo dijo también:
“También nos sumamos con ustedes, hasta donde ustedes quieran, con mucho gusto, porque sabemos que todos son afectados, y que ellos mañana o pasado se van a ir”.
Prometió por su cuenta iniciar mañana el trabajo de limpieza del área donde estuvo el basurero, de pintar guarniciones y llevar al “dragón para que repare esa calle”.
Asimismo, que este miércoles a partir de las nueve de la mañana, de casa en casa repartirá un “kid” de limpieza y que el viernes primero en la Municipal y el sábado en Tulipanes, por cuenta del ayuntamiento les entregará un colchón.
Informó a los residentes de Tulipanes, Guayabal y el Callejón de los Aguadores que planteó al Presidente en su última visita, la posibilidad de un descuento en la energía eléctrica y en los impuestos, pero que no obtuvo respuesta.
Algunos de los residentes parecían convencidos de las palabras y de las promesas del alcalde, otros como una señora de edad no dejaba de expresar, “nos están dando atole con el dedo”.

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