domingo, junio 10

Je permis, done je suis

Fco. Javier Chaín Revuelta

Aparte del famoso principio “cogito ergo sum” (“je pense, done je suis”) el filósofo de Turena, entre miles disertaciones, dejó escrito que más vale tener partido que no tenerlo. Si gana hay beneficio. Si pierde, los contrarios reconocen lealtad y lucha. Sin partido ellos le reclamarán.

Muchas personas que se afilian a un partido no han pensado en lo anterior sino en la posibilidad de contar con una credencial de identificación. Los partidos acostumbran colocar, de vez en vez y durante sus actos públicos, carpas ambulantes donde registran, a los transeúntes que pasan a su lado, haciéndolos llenar una cédula. Estos aceptan inmediatamente bajo aquel famoso principio que es mejor tener gratis una credencial que no tenerla. Los directivos del partido se sienten contentos porque así podrán demostrar que cuentan con miles de miles de miembros registrados en su organización, aunque, la verdad sea dicha, a tales “miembros” nunca les volverán a ver la cara y estos nunca participarán ni sabrán nada de la organización de las que son “miembros”. Igual pasa en las encuestas, según los censos de población la mayoría se declara cristiano y sólo una minoría asiste a los actos religiosos, y de estos, sólo un puñado cumple con la doctrina y nadie de los nadies cumple los mandamientos a pesar de ser sólo diez.

A pesar de lo anterior esta nota insiste en recordar el artículo 26 del Código Electoral del Estado. Es muy importante conocerlo porque ordena nueve puntos que los estatutos de cualquier partido deben establecer, uno de tales puntos ordena que deben los estatutos establecer los derechos y obligaciones de sus miembros, y dentro de ellos incluir el de “participar personalmente o por medio de delegados en asambleas y convenciones, el de de ser integrantes de los órganos directivos y la obligación de poner a disposición de los interesados la información pública del partido”

Lo anterior es muy importante, porque si a usted en cualquier calle lo sorprendieron y usted, con tal de tener gratis una identificación más con fotografía, llenó y firmó una cédula, pues usted, aunque no quiera, ya es miembro de ese partido, por lo tanto, está en posibilidad de ejercer sus derechos como son los de participar personalmente o a través de su delegado (¿sabe usted quién es su delegado?) en las asambleas y convenciones (¿Cuándo fue la última vez que le informaron, como miembro, que habría alguna asamblea o convención?)

También, observe y lea muy bien el Código Electoral del Estado de Veracruz (de Ignacio de la Llave) y encontrará que también los estatutos del partido, al que sin querer usted se metió por aceptar aquel día aquella la credencial, deben por ley otorgarle la posibilidad de ser integrante “de los órganos directivos” ¡Se imagina! Eso le abre a usted la puerta a los fondos que regalan los Institutos Electorales para “menesteres” y propaganda (ecológica, por supuesto, ya que el tiradero de la ciudad no aguanta para más) Pero además, si usted está interesado puede y debe recibir (en horas hábiles) la información pública del partido. Usted sólo recuerde aquella máxima que dice que “el derecho no existe si no se ejerce” fjchain@hotmail.com

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