| UNO.-Pasa que los políticos retirados –por voluntad u obligados- crean ciegamente en que su paso por el ejercicio del poder público fue impecable y, por tanto, siempre estarán disponibles para una nueva incursión política, confiados en que no habrá nada que le puedan echar en cara sus antiguos votantes.
La desmemoria es propia de quienes, a fuerza de negarse a reconocer sus errores y tropelías, terminan creando un mundo ficticio en el que se sienten a sus anchas.
Quienes buscan un provecho a costillas de esos personajes en el ostracismo contribuyen a fortalecer en ellos esas absurdas ideas de pureza, capacidad, y popularidad, por lo que prestos están a pagar su precio.
Sin embargo, que ese prematuro mal de Alzheimer aparezca en quienes con anterioridad denostaron a los personajes en cuestión acusándolos de ineptos o corruptos, llegando al extremo de exigir su expulsión del partido en que militaba, es aberrante.
En reciente visita a esta ciudad del miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, don Gerardo Fernández Noroña, un grupo de astutos perredistas, de esos que se jactan de conocer la reglamentación interna de su partido al dedillo y de exigir honestidad y ética a los demás pero no a sí mismos, le presentó a don Armando Rotter Maldonado como una posibilidad para alcanzar la candidatura a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Apenas y se hubo retirado el cortejo bufo, don Gerardo pidió a otros perredistas informes sobre el recién presentado y por pelos y señales no paró.
Lo lamentable para el PRD es que este tipo de incidentes alcancen espacio en los medios de comunicación, pues fomentan el desconcierto entre perredistas y simpatizantes, al presentar al partido del sol azteca como una franquicia política en donde no importan principios ni virtudes sino audacia, complicidad y desfachatez.
La incapacidad del PRD en Veracruz para aplicar con rigor y equidad los métodos contenidos en la convocatoria para elegir a sus candidatos a alcalde y diputados locales, haciendo a un lado la letra para ajustarse a los vaivenes a que lo obligan los grupos de interés que actúan en su interior –y exterior-, no sólo ha permitido que otros partidos políticos con sus candidatos se posesionen ventajosamente en las plazas municipales y distritales, sino que también algunos perredistas se comprometan con otras fuerzas políticas y diezmen sus filas, haciendo más dificultosa una victoria electoral.
Esa parsimonia del PRD igualmente ha entreabierto la puerta para que asomen el rostro filibusteros y oportunistas acuerpados por quienes tienen mucho que ganar y nada qué perder en la actual contienda electoral.
El precio que podría pagar el sol azteca en Veracruz podría ser muy alto y como siempre, nadie cargará con la culpa ni se hará responsable del desastre.
LA PRISA ES MALA CONSEJERA, LA DEMORA TAMBIÉN
2.-Si lo que vociferó a los medios sólo fue un sarcasmo, tendría sólo que puntualizarlo antes de que su jefe le de el enésimo jalón de orejas.
En cambio, si lo expresó en serio, ignorando el contenido de la ley, sólo se confirmará que quien ocupa el segundo puesto en importancia en el actual gobierno del estado es poco juicioso, por decir lo menos.
Captado por la lente fotográfica con una carcajada dibujada en el rostro, don Reynaldo Escobar Pérez, secretario de Gobierno opinó que los precandidatos o candidatos –principalmente del PRI- no incurrían en alguna infracción por el hecho de hacerse presente en “las jornadas de gobierno itinerante” establecidas por el Ejecutivo estatal.
Por el contrario, el funcionario estatal hizo la invitación a los aspirantes a un cargo de elección popular para que acudieran libremente a estas reuniones, en un gesto por demostrar la no discriminación y dejar constancia del pluralismo político que prevalece en la entidad.
Sin embargo, la ley electoral es nítida al establecer prohibiciones para que los pre y candidatos a edíles o diputados locales realicen faenas de proselitismo político aprovechándose de los actos o programas públicos y, por más que tratasen de encubrir sus prácticas electorales, la sola presencia del aspirante en un evento gubernamental delataría sus verdaderos propósitos que, denunciados formalmente, podrían acarrearle una sanción por parte del IEV.
Quien no oyera consejos ni atendiera la norma vigente y, en cambio, pusiera oídos a la sospechosa convocatoria de don Reynaldo, confiando en que exhibirse en la caravana gubernamental -que sólo por mera coincidencia recorre en tiempos electorales toda la entidad repartiendo dádivas y favores a la ciudadanía-, le habrá de acarrear simpatías y votos o al menos permitirá que los futuros votantes los conozcan en su terruño, en buen lío meterá a su partido o coalición.
QUIEN SALUDA CON SOMBRERO AJENO, HASTA EL SOMBRERO PIERDE
TRES.-En e municipio de Jesús Carranza, Ver., el escándalo ha ido creciendo y nadie en la dirigencia municipal, estatal o nacional del PRD ha dicho esta boca es mía para aclarar el bochornoso asunto poniendo drásticamente los puntos sobre las íes, por lo que muchos ciudadanos dan por descontado que el denunciante dice la verdad.
Don Casimiro Morales, ex aspirante a la candidatura del PRD a la alcaldía del lugar formuló una denuncia penal en contra de don Moisés Muñoz Vasconcelos y don Jesús Contreras Pérez, presidente y secretario del Comité Ejecutivo Municipal del PRD, exigiéndoles la devolución de cien mil pesos –condición para registrarse como precandidato-, toda vez que el proceso electoral se anuló después de una maniobra fraudulenta a favor de su adversario, don Ignacio de Loyola –el nombre no le hizo el milagro- Martínez Zúñiga.
A estas alturas el lector todavía no saldrá de su asombro: ¡pagar 100 mil pesos de inscripción para contender en un proceso interno del PRD! Y sí, la cajera de una sucursal del Bansefi, doña Elizabeth Hernández Sosa confirmó que esa cantidad se depositó en esa institución bancaria pero a nombre de don Moisés, por lo que sólo él podría retirarla.
No se pregunte el lector de dónde sacó don Casimiro tal cantidad de dinero –en estos tiempos de apreturas económicas-, sino la decisión de invertirlos en una aventura electoral así como las razones de por qué los dirigentes del CEM del PRD pusieron tal condición económica, sabiéndose que para inscribirse como precandidato sólo era menester estar al corriente de sus cuotas –mínimo, 53 pesos al año- y, en caso de ser funcionario público, haber cubierto las cuotas extraordinarias –equivalente al 10 por ciento del salario íntegro- al partido.
Esas y otras explicaciones tendrán que darla ahora los ingeniosos dirigentes locales del sol azteca en la Agencia del Ministerio Público.
Como simple dato adicional, el municipio de Jesús Carranza está clasificado con uno de los presupuestos más bajos en la entidad y, en el 2004, apenas y recibió dinero 16 millones de pesos en conjunto con el FISM y FAFM, siendo gobernado en los tres últimos periodos por el PRD, PRI y actualmente por el PAN.
Asi qué, ¿cuál garantía recibiría el candidato formal del PRD a la alcaldía a cambio de los 100 mil pesos?
EL QUE DA Y QUITA, EN LOS TRIBUNALES SE DESQUITA COMENTARIOS: jotachet@yahoo.com.mx |
¿EL PRD COMO FRANQUICIA ELECTORAL? 
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