Sociedad de calidad
Fco. Javier Chaín Revuelta
Nadie puede negar lo evidente, nadie puede olvidar que la dominación y la explotación se perpetúan no sólo en las instituciones de la sociedad de clases, sino además en los instintos y pulsiones y aspiraciones conformadas por esta sociedad clasista que se padece. La dominación y la explotación se extienden aún más allá, se prolonga en todo aquello que la gente (gobernada, sometida, administrada, enajenada) ama, odia y lucha por conseguir. Incluso la dominación y la explotación se extiende en lo que la gente encuentra bello y placentero. La sociedad de clases no se encuentra únicamente en la producción material, no se encuentra únicamente en la producción y reproducción cultural, se encuentra también en la mente y en el cuerpo de los sujetos y objetos del sistema. Todos conocen y viven la dominación y la explotación. No es nada nuevo para nadie, pero la lucha contra tal situación podría empezar a olvidarse.
Ha tocado a los rebeldes no olvidar la lucha contra la terrible dominación y explotación que se padece. A los estudiantes rebeldes de 1968 –motivo de estas notas, a 39 años del movimiento- correspondió señalar que se vive en una sociedad sin calidad. Les correspondió articular de manera teórica y práctica, e incorporar, la idea de que la revolución, desde el comienzo, debe construir una sociedad no sólo cuantitativa, sino cualitativamente distinta. El movimiento estudiantil ha articulado aquello que se conocía en abstracto, esto es, que debemos lograr una nueva sociedad y existencia humana.
Seguramente, la abolición de la escasez, la eliminación de las desigualdades, el crecimiento del nivel de vida permanecen y deben permanecer como los objetivos principales de todas y cada una de las sociedades socialistas futuras, pero la nota reflexiona que el esfuerzo por alcanzar estos objetivos no debería estar lastrado por el peso, el peso muerto del modelo americano de industrialización y modernización, el modelo americano de crecimiento del nivel de vida. La industrialización y la modernización pueden mantenerse “a la medida del hombre”, esto es, se pueden evitar los rasgos de masificación, ruido, fealdad, carencia de alegría, competitivos de la producción y el consumo capitalistas, y se puede construir un ambiente en el que la sensibilidad humana, el cuerpo humano, los instintos vitales del hombre puedan finalmente encontrar ese universo que el nivel de progreso técnico conseguido y conseguible hace hoy posible.
La autodeterminación es la diferencia cualitativa de una nueva sociedad socialista. Aquí la nota debe señalar que un mero cambio en la forma de administrar no es una diferencia cualitativa. Incluso si el cambio en la administración reemplaza una clase por otra, o mejor por ciertos grupos de esa otra clase, no es todavía un cambio cualitativo, en tanto que la nueva clase mantenga las aspiraciones y valores de la sociedad establecida, mientras que el progreso capitalista permanezca como el modelo de progreso más o menos escondido. Lo decisivo no es la forma administrativa, lo decisivo son los hombres y las mujeres con nuevos objetivos y valores hacia una sociedad de calidad. fjchain@hotmail.com
Fco. Javier Chaín Revuelta
Nadie puede negar lo evidente, nadie puede olvidar que la dominación y la explotación se perpetúan no sólo en las instituciones de la sociedad de clases, sino además en los instintos y pulsiones y aspiraciones conformadas por esta sociedad clasista que se padece. La dominación y la explotación se extienden aún más allá, se prolonga en todo aquello que la gente (gobernada, sometida, administrada, enajenada) ama, odia y lucha por conseguir. Incluso la dominación y la explotación se extiende en lo que la gente encuentra bello y placentero. La sociedad de clases no se encuentra únicamente en la producción material, no se encuentra únicamente en la producción y reproducción cultural, se encuentra también en la mente y en el cuerpo de los sujetos y objetos del sistema. Todos conocen y viven la dominación y la explotación. No es nada nuevo para nadie, pero la lucha contra tal situación podría empezar a olvidarse.
Ha tocado a los rebeldes no olvidar la lucha contra la terrible dominación y explotación que se padece. A los estudiantes rebeldes de 1968 –motivo de estas notas, a 39 años del movimiento- correspondió señalar que se vive en una sociedad sin calidad. Les correspondió articular de manera teórica y práctica, e incorporar, la idea de que la revolución, desde el comienzo, debe construir una sociedad no sólo cuantitativa, sino cualitativamente distinta. El movimiento estudiantil ha articulado aquello que se conocía en abstracto, esto es, que debemos lograr una nueva sociedad y existencia humana.
Seguramente, la abolición de la escasez, la eliminación de las desigualdades, el crecimiento del nivel de vida permanecen y deben permanecer como los objetivos principales de todas y cada una de las sociedades socialistas futuras, pero la nota reflexiona que el esfuerzo por alcanzar estos objetivos no debería estar lastrado por el peso, el peso muerto del modelo americano de industrialización y modernización, el modelo americano de crecimiento del nivel de vida. La industrialización y la modernización pueden mantenerse “a la medida del hombre”, esto es, se pueden evitar los rasgos de masificación, ruido, fealdad, carencia de alegría, competitivos de la producción y el consumo capitalistas, y se puede construir un ambiente en el que la sensibilidad humana, el cuerpo humano, los instintos vitales del hombre puedan finalmente encontrar ese universo que el nivel de progreso técnico conseguido y conseguible hace hoy posible.
La autodeterminación es la diferencia cualitativa de una nueva sociedad socialista. Aquí la nota debe señalar que un mero cambio en la forma de administrar no es una diferencia cualitativa. Incluso si el cambio en la administración reemplaza una clase por otra, o mejor por ciertos grupos de esa otra clase, no es todavía un cambio cualitativo, en tanto que la nueva clase mantenga las aspiraciones y valores de la sociedad establecida, mientras que el progreso capitalista permanezca como el modelo de progreso más o menos escondido. Lo decisivo no es la forma administrativa, lo decisivo son los hombres y las mujeres con nuevos objetivos y valores hacia una sociedad de calidad. fjchain@hotmail.com
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