“Desde la segunda quincena de diciembre aumentaron los precios”, dicen amas de casa
Compras de último momento para enfrentar el gasolinazo
Advierten que el panorama este año se ve “muy negro”, ante el magro incremento a salarios
Toman previsiones como ahorrar energía eléctrica y estirar el guardadito del aguinaldo
Ampliar la imagen Automovilistas aprovecharon el último día del año para cargar combustible, ante la entrada en vigor del llamado gasolinazo Foto: Guillermo Sologuren
Con compras de último momento de alimentos de primera necesidad, gasolina y gas; sustitución de focos incandescentes por los ahorradores de energía y retiro de las luces navideñas –aun cuando sus efectos se verán en el recibo de luz hasta el próximo mes–; algunos guardaditos de su aguinaldo, y la selección de los objetos de valor sujetos de empeño para el “último jalón: el Día de Reyes”, las familias capitalinas buscan mitigar los efectos negativos que traerá el gasolinazo.
La entrada en vigor ayer del incremento de 5.5 por ciento a los combustibles impactará en “cadena a todos los artículos básicos o de lujo, y a todos los sectores de la sociedad y provocarán que nuestros salarios se pulvericen porque los dos pesos de aumento al salario no nos servirán de nada, cuando ya hubo una retiquetación de precios”.
Desde la segunda quincena de diciembre, explicaron amas de casa, los precios de productos como la carne de res, pollo y cerdo aumentaron entre 10 y 15 por ciento aprovechando que tenemos dinero y no nos fijamos en esas cuestiones para la preparación de las cenas de Navidad y Año Nuevo, pero conforme pasaron los días “nos vino como una toma de conciencia de la situación”. Por lo que el último día del año se aprovechó para adquirir el mayor número de productos básicos.
“Lo más que se pueda, aprovechando que la caducidad de varias de las cosas es hasta finales de 2008 o principios del siguiente, y se puede pagar todavía con los vales que nos sobraron o un tarjetazo, porque el panorama se ve muy negro y los cincuenta y tantos pesos del nuevo salario mínimo no nos ajustarán para nada, ante la escalada de precios que ya comenzó”, comentaron Julia Hernández y Teresa González.
Como ellas, algunas otras amas de casa conducían sus carritos hasta el “tope” a las cajas registradoras. “Nos llevamos lo que más podemos y necesitamos en la casa, ante la próxima entrada de los niños a la escuela”, dijeron.
Las entrevistadas en las cuatro cadenas de autoservicio y dos tiendas de mayoreo en la ciudad lamentaron que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos sólo aprobara un aumento de dos pesos y fijara el mínimo en 52.59 pesos, pese a que todos los artículos subieron entre cinco y 10 pesos. “No se vale, pero demuestra que las autoridades no están con los de abajo porque permitieron ya la retiquetación de alimentos”, agregaron.
Así que para reducir el impacto de los aumentos, comentaron, iniciaron ya el retiro de las luces navideñas, lo cual hacían hasta el 6 de enero o 2 de febrero; cambiaron sus focos normales por ahorradores de energía, que reducen entre un 30 y 40 por ciento el consumo, lo cual se verá reflejado en el primer recibo de luz que recibirán en febrero; evitan se tire o desperdicie el agua; y tienen un “dinerito” guardado para cualquier emergencia.
Otras familias, sin embargo, reconocieron que los festejos navideños “nos dejaron en la calle, como siempre, y tendremos que irnos a formar estos días al Monte de Piedad para que nos preste algo de dinero para el último jalón, que es la compra de juguetes para el Día Reyes”.
Mientras los propietarios de automóviles y unidades del servicio público hicieron largas filas en las gasolineras para “cargar” su tanque desde temprana hora, pero estas continuaron cerca de la medianoche en algunas de las estaciones pues “dos centavos por litro nos va a pegar y al rato en lugar de gastar 350 vamos a desembolsar 400”, señalaron.
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