El Papa y el presidente estadunidense analizaron la grave situación en Medio Oriente
Multitudinarias protestas reciben a Bush a su llegada a la capital italiana
Estupor de la prensa por la forma informal de comportarse del visitante; llamó "señor" al pontífice
Roma, 9 de junio. En medio de multitudinarias protestas, el presidente estadunidense, George W. Bush, concluyó hoy su visita de un día a Italia y el Vaticano, durante la cual mejoró sus relaciones con los italianos y habló con el papa Benedicto XVI sobre la grave situación en Irak y Medio Oriente.
Pacifistas e izquierdistas que se oponen a la guerra en Irak y a la ampliación de una base militar estadunidense en el norte de Italia viajaron en tren hasta Roma para protestas como las de Alemania en la cumbre del Grupo de los Ocho.
Las fuerzas del orden italianas se enfrentaron en el centro de la capital con manifestantes, quienes lanzaron objetos y adoquines contra los policías que intentaban controlar a las personas reunidas alrededor de dos históricas plazas: Campo di Fiori y Plaza Navona.
La marcha contra Bush, organizada por militantes antiglobalización y movimientos de extrema izquierda, era consideraba de alto riesgo por las autoridades, que temían episodios de violencia.
Los organizadores calcularon que unas 150 mil personas marcharon, mientras la policía estimó la cifra en 12 mil y 15 mil.
Bush, que conversó media hora con Benedicto XVI, confesó su admiración por el Papa, quien lo recibió por primera vez en el Vaticano. "He estado en lugares insólitos y he conocido personas muy interesantes (...) La experiencia de hoy fue para mí conmovedora", declaró en conferencia de prensa.
En el encuentro con el Papa ambos analizaron la situación política mundial, desde Medio Oriente hasta Irak, pasando por el hambre y las enfermedades que padece Africa y hasta la situación de América Latina.
Benedicto XVI le pidió a Bush buscar una solución "negociada" a los conflictos en Medio Oriente, y le manifestó su preocupación por la situación en Irak y las graves condiciones en que viven las comunidades cristianas en ese país.
Pese a la gran falta de protocolo expresada por Bush al llamar en ocasiones al Papa "señor" en vez de "su santidad" previsto en estos casos, el jefe de la Casa Blanca relató que ambos discutieron problemas humanitarios.
Los medios italianos hicieron eco de la manera informal de comportarse de Bush, quien se cruzó de piernas ante el Papa y no cumplió con las estrictas reglas del Vaticano, que suele exigir respeto reverencial para el pontífice.
Protegido por un imponente dispositivo de seguridad, Bush se reunió luego con el primer ministro italiano, Romano Prodi.
Después de una serie de fricciones, Bush y Prodi quisieron recalcar el clima cordial y de amistad que supuestamente existe entre Estados Unidos e Italia.
"Les agradezco la presencia en Afganistán y el apoyo que han dado para la crisis en Líbano", dijo Bush en conferencia conjunta.
Italia se comprometió a asumir el mando de la misión de Naciones Unidas en Líbano tras la crisis de hace un año.
"Estoy convencido de que juntos vamos a poder cumplir grandes pasos", dijo Prodi, y aseguró que "no existen problemas serios" entre ambos países. Bush invitó a Prodi a visitar Estados Unidos.
Prodi, que asumió el poder en abril de 2006, no había sido invitado a la Casa Blanca después que decidió retirar a sus soldados de Irak y mantener unos 2 mil militares en Afganistán, lo que Estados Unidos considera insuficiente.
Además, Bush ha criticado en varias ocasiones a Roma por negociar con los talibanes para obtener la liberación de italianos secuestrados, como ocurrió con el periodista Daniele Mastrogiacomo.
En tanto, varios cientos de búlgaros se manifestaron en Sofía contra la "política exterior bélica" de Bush, quien llegará al país este domingo en visita oficial.
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