El segundo round
ARMANDO GUZMÁN Y JOSÉ GIL OLMOS/ PROCESO
VILLAHERMOSA, TAB., 14 DE OCTUBRE/ Como trasfondo del proceso mediante el cual se renovarán la gubernatura, presidencias municipales y el Congreso, en esta entidad se definirá la viabilidad del proyecto encabezado por Andrés Manuel López Obrador, así como la sobrevivencia del grupo de Roberto Madrazo.
Sus partidos, el PRD y el PRI, entraron en una confrontación abierta. Los perredistas cazan "ma-paches" y descubren madrigueras –como le llaman a los centros de acopio de los priistas–, en tanto que el gobernador Manuel Andrade ordenó la realización de un operativo de tintes xenofóbicos para detener a toda persona "sospechosa" que viajara en autos con placas que no fueran del estado; con esta medida se buscó frenar a los "fuereños" y "chilangos" que habrían llegado a "reventar" la elección.
El miércoles 11, en pleno centro de la capital, fueron detenidas ocho personas, dos de ellas sin militancia comprobada y las seis restantes perredistas. La captura se realizó a instancias de una llamada anónima que reportó "la presencia de personas con características distintas a las del paisano tabasqueño", dijo el secretario de seguridad pública estatal, Juan Cano.
El operativo se extendió a los municipios. Fueron detenidos otros 15 perredistas que, según reportes de la policía, estaban armados y llevaban propaganda de un partido político. En cuestión de horas cayeron presos otros 21 integrantes del PRD.
Los primeros ocho detenidos permanecieron más de 24 horas sin ser presentados ante el Ministerio Público, lo cual ocurrió el jueves 12 a la media noche. Cuando un grupo de legisladores federales del PRD pretendieron entrar a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado para ver a sus compañeros, tuvieron una gresca con policías antimotines. Varios legisladores resultaron lesionados, entre ellos Lucano Herrera, subsecretario del Comité Ejecutivo Nacional, quien presentaba golpes en la cara y el desprendimiento de una retina.
El viernes 13 por la tarde, el diputado federal del PRD Humberto Zazueta logró ver a los detenidos en el Cereso de Villahermosa. Denunció que fueron sometidos a torturas y vejaciones para obligarlos a declarar que habían sido contratados por el partido para "reventar la elección y quemar urnas".
Fernando Belauzarán, secretario de Formación Política del PRD, anunció que su partido acudirá a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para denunciar esas acciones contra sus compañeros.
"Lo que veo en Tabasco es resultado de la actuación de las autoridades electorales el pasado 2 de julio, que convalidaron las irregularidades cometidas por el presidente de la República, los empresarios y otros grupos, y no se hizo nada. Imagínese lo que pasa acá en el trópico; con la interpretación silvestre y rústica del gobernador: ‘métale todo, al fin que no va a pasar nada’ se violenta la ley. Esto es un retroceso brutal, es lo que heredamos del 2 de julio, que la autoridad no va a hacer nada ante las irregularidades", señala en entrevista Raúl Ojeda, candidato a la gubernatura de la coalición Por el Bien de Todos, integrada por el PRD y PT.
Los perredistas buscaron en diversas instancias un diálogo con el gobernador Manuel Andrade, pero ante sus negativas, el mediodía del viernes 13 irrumpieron en una reunión del mandatario con locutores de la entidad para demandarle respeto a los derechos humanos. Ahí, en medio de gritos de "fuera chilangos" de los locutores reunidos, Andrade dijo que investigaría el caso; sin embargo, en una entrevista previa advirtió que no permitiría que nadie llegara a Tabasco a violentar la elección.
Horas antes, el secretario de Seguridad Pública presentó un video en el que tres de los detenidos, Raudal Mitre Ayala, Daniel García y Alejandro Robles, aceptan haber sido contratados por el alcalde perredista de Ecatepec, José Luis Gutiérrez Cureño, "para desestabilizar el estado y quemar urnas" el día de la elección.
El PRI tabasqueño aseguró que esta era la prueba de que "gente de fuera vino a reventar la elección". Días antes, la exsenadora Georgina Trujillo, presidenta del PRI local y colaboradora cercana de Roberto Madrazo, había alentado una campaña para "sacar a la gente de fuera, a los chilangos" del proceso electoral.
El futuro en juego
En discursos y entrevistas el gobernador Manuel Andrade, los candidatos a gobernador del PRI, Andrés Granier, y de la coalición Por el Bien de Todos Raúl Ojeda, así como el propio excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, han coincidido en que la elección de Tabasco influirá en el desarrollo de la política nacional.
Y aunque los perredistas consideran que la derrota no representaría un golpe fatal para el frente amplio popular encabezado López Obrador, admiten que necesariamente tendrían que replantear los trabajos de su conformación, ya que sus adversarios aprovecharían el descalabro para iniciar una campaña en todos los medios de información, orientada a debilitar a dicho frente.
Por ello, desde el comienzo de la campaña tanto los priistas aliados con el PAN, como los perredistas, se mostraron dispuestos a jugarse todo para ganar la elección. Con este objetivo echaron mano de sus equipos más experimentados: de un lado participa quien fuera coordinador electoral del PRI, Cásar Augusto Santiago, y del otro Claudia Sheinbaum y Horacio Duarte.
Pero no sólo López Obrador se juega su proyecto en este proceso electoral; también está en juego el futuro político de madracistas como el propio Manuel Andrade, la dirigente local priista Georgina Trujillo, el alcalde con licencia de Centro, Florizel Medina, el exdiputado perredista Humberto Mayans Ca-nabal, el exsecretario de desarrollo Gustavo Rosario Torres, el exse-cretario particular de Madrazo, Feliciano Calzada Padrón y el empresario Ignacio Cobo González. Todos ellos, que desde hace 12 años se mantienen en el poder, se agruparon alrededor del candidato del PRI, Andrés Granier.
Horas antes de las votaciones en el estado, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI comunicó ante la prensa que el PRD buscaría sabotear a toda costa las elecciones debido a que se sabe perdido, y de esa forma podría reclamar la anulación de los resultados.
ARMANDO GUZMÁN Y JOSÉ GIL OLMOS/ PROCESO
VILLAHERMOSA, TAB., 14 DE OCTUBRE/ Como trasfondo del proceso mediante el cual se renovarán la gubernatura, presidencias municipales y el Congreso, en esta entidad se definirá la viabilidad del proyecto encabezado por Andrés Manuel López Obrador, así como la sobrevivencia del grupo de Roberto Madrazo.
Sus partidos, el PRD y el PRI, entraron en una confrontación abierta. Los perredistas cazan "ma-paches" y descubren madrigueras –como le llaman a los centros de acopio de los priistas–, en tanto que el gobernador Manuel Andrade ordenó la realización de un operativo de tintes xenofóbicos para detener a toda persona "sospechosa" que viajara en autos con placas que no fueran del estado; con esta medida se buscó frenar a los "fuereños" y "chilangos" que habrían llegado a "reventar" la elección.
El miércoles 11, en pleno centro de la capital, fueron detenidas ocho personas, dos de ellas sin militancia comprobada y las seis restantes perredistas. La captura se realizó a instancias de una llamada anónima que reportó "la presencia de personas con características distintas a las del paisano tabasqueño", dijo el secretario de seguridad pública estatal, Juan Cano.
El operativo se extendió a los municipios. Fueron detenidos otros 15 perredistas que, según reportes de la policía, estaban armados y llevaban propaganda de un partido político. En cuestión de horas cayeron presos otros 21 integrantes del PRD.
Los primeros ocho detenidos permanecieron más de 24 horas sin ser presentados ante el Ministerio Público, lo cual ocurrió el jueves 12 a la media noche. Cuando un grupo de legisladores federales del PRD pretendieron entrar a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado para ver a sus compañeros, tuvieron una gresca con policías antimotines. Varios legisladores resultaron lesionados, entre ellos Lucano Herrera, subsecretario del Comité Ejecutivo Nacional, quien presentaba golpes en la cara y el desprendimiento de una retina.
El viernes 13 por la tarde, el diputado federal del PRD Humberto Zazueta logró ver a los detenidos en el Cereso de Villahermosa. Denunció que fueron sometidos a torturas y vejaciones para obligarlos a declarar que habían sido contratados por el partido para "reventar la elección y quemar urnas".
Fernando Belauzarán, secretario de Formación Política del PRD, anunció que su partido acudirá a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para denunciar esas acciones contra sus compañeros.
"Lo que veo en Tabasco es resultado de la actuación de las autoridades electorales el pasado 2 de julio, que convalidaron las irregularidades cometidas por el presidente de la República, los empresarios y otros grupos, y no se hizo nada. Imagínese lo que pasa acá en el trópico; con la interpretación silvestre y rústica del gobernador: ‘métale todo, al fin que no va a pasar nada’ se violenta la ley. Esto es un retroceso brutal, es lo que heredamos del 2 de julio, que la autoridad no va a hacer nada ante las irregularidades", señala en entrevista Raúl Ojeda, candidato a la gubernatura de la coalición Por el Bien de Todos, integrada por el PRD y PT.
Los perredistas buscaron en diversas instancias un diálogo con el gobernador Manuel Andrade, pero ante sus negativas, el mediodía del viernes 13 irrumpieron en una reunión del mandatario con locutores de la entidad para demandarle respeto a los derechos humanos. Ahí, en medio de gritos de "fuera chilangos" de los locutores reunidos, Andrade dijo que investigaría el caso; sin embargo, en una entrevista previa advirtió que no permitiría que nadie llegara a Tabasco a violentar la elección.
Horas antes, el secretario de Seguridad Pública presentó un video en el que tres de los detenidos, Raudal Mitre Ayala, Daniel García y Alejandro Robles, aceptan haber sido contratados por el alcalde perredista de Ecatepec, José Luis Gutiérrez Cureño, "para desestabilizar el estado y quemar urnas" el día de la elección.
El PRI tabasqueño aseguró que esta era la prueba de que "gente de fuera vino a reventar la elección". Días antes, la exsenadora Georgina Trujillo, presidenta del PRI local y colaboradora cercana de Roberto Madrazo, había alentado una campaña para "sacar a la gente de fuera, a los chilangos" del proceso electoral.
El futuro en juego
En discursos y entrevistas el gobernador Manuel Andrade, los candidatos a gobernador del PRI, Andrés Granier, y de la coalición Por el Bien de Todos Raúl Ojeda, así como el propio excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, han coincidido en que la elección de Tabasco influirá en el desarrollo de la política nacional.
Y aunque los perredistas consideran que la derrota no representaría un golpe fatal para el frente amplio popular encabezado López Obrador, admiten que necesariamente tendrían que replantear los trabajos de su conformación, ya que sus adversarios aprovecharían el descalabro para iniciar una campaña en todos los medios de información, orientada a debilitar a dicho frente.
Por ello, desde el comienzo de la campaña tanto los priistas aliados con el PAN, como los perredistas, se mostraron dispuestos a jugarse todo para ganar la elección. Con este objetivo echaron mano de sus equipos más experimentados: de un lado participa quien fuera coordinador electoral del PRI, Cásar Augusto Santiago, y del otro Claudia Sheinbaum y Horacio Duarte.
Pero no sólo López Obrador se juega su proyecto en este proceso electoral; también está en juego el futuro político de madracistas como el propio Manuel Andrade, la dirigente local priista Georgina Trujillo, el alcalde con licencia de Centro, Florizel Medina, el exdiputado perredista Humberto Mayans Ca-nabal, el exsecretario de desarrollo Gustavo Rosario Torres, el exse-cretario particular de Madrazo, Feliciano Calzada Padrón y el empresario Ignacio Cobo González. Todos ellos, que desde hace 12 años se mantienen en el poder, se agruparon alrededor del candidato del PRI, Andrés Granier.
Horas antes de las votaciones en el estado, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI comunicó ante la prensa que el PRD buscaría sabotear a toda costa las elecciones debido a que se sabe perdido, y de esa forma podría reclamar la anulación de los resultados.
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