Dos mujeres y tres hombres protagonizan la campaña por la gubernatura
Una historia de equívocos, rupturas y traiciones. Ana Rosa Payán, la que “paga los costos”; Ivonne Ortega, la que adelgazó para lucir más atractiva; Xavier Abreu, al que le gusta cantar;‘Cholo’ Herrera, el actor que se dice del pueblo, y Jorge Lizcano, el gran ausente
ALEJANDRA MARTÍNEZ
MÉRIDA, Yuc.— Platicaba él de supasado. Le invadía una dulce nostalgia. Revivía aquellas noches en los escenarios, con Jesús Martínez P a li l l o . Y hablaba de Antonio Espino Clavillazo, de Mario Moreno Cantinf las. Guardó silencio unos segundos. Retornó al presente.
-“Todos ellos se han marchado, toda una época. La de Óscar Pulido, Emilio Brillas, Mauricio Garcés. Ya quedamos pocos, muy pocos, se me hace que nada más Pompín Iglesias y yo”.
—Bueno, queda usted, Pompín murió.
—No señor, Pompín no ha muerto. Ha estado malito, pero, no se ha muerto.
—Señor, hace ya más de 10 días que Pompín Iglesias falleció.
—¿Se murió?... ¿Pompincito murió?... ¡Dios mío, y no le pude decir adiós, no me pude despedir!... ¡Y todo por andar en esto de la política!
Entonces, Héctor Herrera Cholo, el veterano actor, elcómico más queridoen Yucatán, el que cerca de sus 80 años de edad es candidato del PRD a gobernador, no pudo ni quiso evitarlo, dejó que las lágrimas brotaran, apretó los labios, movió lacabezade unladoaotro. “Se fue y no le dije adiós, no me enteré, y todo por andar en esto...” Estaba sentado a una mesa, a la sombra del viejo árbol. Bebía café.Setragaba su dolor. Intentaba continuar la charla con el enviado de EL UNIVERSAL. “¿En qué íbamos?”. Los actores La tragicomedia yucateca. Dos mujeres y tres hombres en campaña, buscan la gubernatura.
Una trama que sería propia de un muy imaginativo escritor. Una historia de equívocos, de rupturas, de traiciones. Quienes tenían estrecha amistad, ahorason rivales.El que siempre ha sido serio, intenta su mejor sonrisa para la propaganda. La mujer que estaba entrada en carnes, bajó 40 kilos en unas cuantas semanas. Hay otro que lucha contra el partido al cual antes alababa. Y la que sonreía, apenas puede ocultar la triste mirada, el gesto de amargura. Continuaba devastado. La voz se apagaba.
Héctor Herrera comentaba que Cholo es diputado, gobernador, torero, policía. A lo largo de su carrera, el actor se ha caracterizado como Miguel de la Madrid, Amanda Miguel, Roberto Madrazo, Andrés Manuel López Obrador y decenas de personajes más. “Cholo viene del pueblo, es del pueblo. Por eso acepté cuando me invitaron a ser candidato, quiero devolverle al pueblo algo de lomucho que me ha dado, como su cariño, su admiración. Yo nunca he robado nada a nadie, no he estado en ninguna nómina, no he tenido que andar de adulador con nadie”, agrega don Héctor.
Hacía calor. En esos momentos, en otra parte de la ciudad, en una oficina con aire acondicionado, Xavier Abreu —en Yucatán lo pronuncian Shavier — el candidato del PAN, se mostraba sereno, optimista. Decía que las encuestas le favorecen, no daba cifras, según voces de su equipo de campaña, estaría 12 puntos arriba de la priísta IvonneOrtega, en tercer lugar estaría Héctor Herrera y en el último, Ana Rosa Payán.“A todos los respeto. créeme, me dolió que Ana Rosa se fuera del partido. Trabajamos juntos, yo fui coordinador desuscampañas. Atodos los respeto. A Cholo lo admiro, no me perdía su sobras. Yo nunca hubiera podido ser actor, pero sí me gusta cantar, las de Los Beatles, aunque no me sé las letras, y las de mi amigo Armando Manzanero, con quien he pasado largas noches de bohemia”.
Poco más tarde, Ana Rosa Payán, la que fue panista durante tantos años, la que encabezó acciones de resistencia civil, como aquellas inolvidables marchas en las que miles de personas encendían veladoras mientras avanzaban en silencio, la siempre combativa mujer, encabezaba una conferencia de prensa para dara conocer la plataforma electoral de la coalición formada por el PT-Convergencia que la postuló. En la pequeña sala, estaban sólo cuatro reporteros. El emblema de su campaña es una rosa y al mismo tiempo,dos manos que se encuentran en el tradicional saludo maya.
“Sí, estoy pagando costos. No apoyé a Felipe Calderón como precandidato, estuve con Alberto Cárdenas. Y estoy contra el sistema, y el sistema está contra mí. Encabezo un movimiento ciudadano”, expresaba, con esfuerzo aparentaba felicidad, y certidumbre en que, pese a todo, va a ganar. Contendientes, adversarios, en el inicio de una jornada más. Todos estaban en el centro de Mérida, con unas cuantas cuadras de distancia.
Por la ciudad, como en las carreteras y en los municipios, miles de fotografías de el candidato del PAN, sólo con su nombre, Xavier, y de la priísta, simplemente Ivonne. Ivonne Ortega, la que sin duda, luce atractiva, más delgada, con impecable maquillaje. La que de acuerdo a las costumbres del PRI, estaba rodeada por colaboradores, y colaboradores de los colaboradores. Ella, la sobrina de Víctor Cervera Pacheco, el legendario, el último de los dinosaurios del Mayab, el que murió tras perder la batalla política final.
“No me dejaba dedicarme a la política. Mi tío era muy especial. Contra su voluntad me postulé y gané una alcaldía, no me tomaba la llamada cuando le hablaba. Se opuso a que fuera diputada, yo seguí por mi lado. Cuando le pedí su opinión sobre mi intención de ser senadora, me dijo que para qué le preguntaba si yo hacía lo que me daba mi regalada gana”, platicaba ella. Después, esa su representación, la de una mujer que no duda de su victoria, la que aseguraba que encabeza las encuestas, pero que no se confía.
Los libretos
El proceso electoral en Yucatán. Todo parece indicar que la lucha será entre el PAN y el PRI. Se preparan ya de uno y otro lados con recursos de todo tipo, habrá inevitablemente intercambio degolpes bajos. Unos tienen casi listas acusaciones contra Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones, y los gobernadores de Nuevo León, Quintana Roo y el estado de México. Otros hacen acopio de supuestas pruebas de acciones indebidas o ilegales del mandatario estatal Patricio Patrón.
Y ahí estaban, cuatro de los cinco candidatos, por la noche, el jueves pasado, en un intento de debate. Jorge Lizcano,ex priísta, hoy con Alternativa. Y con él, en el improvisado escenario, Ivonne Ortega, Xavier Abreu y Ana Rosa Payán. Ellas, ellos, que chocaban las palmas recíprocamente tras sus respectivas intervenciones. Y esos gestos de apariencias.
Mientras tanto, Héctor Herrera entraba a su camerino, que está intacto. Después se colocó ante el espejo. Tomó un lápiz y se pintó las cejas. Su fiel asistente, le colocó la peluca. Se puso una camisa amarilla, el color del PRD. Y poco a poco fue desapareciendo la tristeza. Ya estaba ahí solo, ya mostraba sus ojos saltones, ya reía para no llorar. Él, quien entonces dejó a un lado su auténtico dolor, su sinceridad, para darle vida a aquel que no ha ganado nunca votos, que se ha alimentado de aplausos, que con ellos se ha vestido, que por andar en la política no pudo saber que su querido amigo había muerto.
La tragicomedia yucateca...
Una historia de equívocos, rupturas y traiciones. Ana Rosa Payán, la que “paga los costos”; Ivonne Ortega, la que adelgazó para lucir más atractiva; Xavier Abreu, al que le gusta cantar;‘Cholo’ Herrera, el actor que se dice del pueblo, y Jorge Lizcano, el gran ausente
ALEJANDRA MARTÍNEZ
MÉRIDA, Yuc.— Platicaba él de supasado. Le invadía una dulce nostalgia. Revivía aquellas noches en los escenarios, con Jesús Martínez P a li l l o . Y hablaba de Antonio Espino Clavillazo, de Mario Moreno Cantinf las. Guardó silencio unos segundos. Retornó al presente.
-“Todos ellos se han marchado, toda una época. La de Óscar Pulido, Emilio Brillas, Mauricio Garcés. Ya quedamos pocos, muy pocos, se me hace que nada más Pompín Iglesias y yo”.
—Bueno, queda usted, Pompín murió.
—No señor, Pompín no ha muerto. Ha estado malito, pero, no se ha muerto.
—Señor, hace ya más de 10 días que Pompín Iglesias falleció.
—¿Se murió?... ¿Pompincito murió?... ¡Dios mío, y no le pude decir adiós, no me pude despedir!... ¡Y todo por andar en esto de la política!
Entonces, Héctor Herrera Cholo, el veterano actor, elcómico más queridoen Yucatán, el que cerca de sus 80 años de edad es candidato del PRD a gobernador, no pudo ni quiso evitarlo, dejó que las lágrimas brotaran, apretó los labios, movió lacabezade unladoaotro. “Se fue y no le dije adiós, no me enteré, y todo por andar en esto...” Estaba sentado a una mesa, a la sombra del viejo árbol. Bebía café.Setragaba su dolor. Intentaba continuar la charla con el enviado de EL UNIVERSAL. “¿En qué íbamos?”. Los actores La tragicomedia yucateca. Dos mujeres y tres hombres en campaña, buscan la gubernatura.
Una trama que sería propia de un muy imaginativo escritor. Una historia de equívocos, de rupturas, de traiciones. Quienes tenían estrecha amistad, ahorason rivales.El que siempre ha sido serio, intenta su mejor sonrisa para la propaganda. La mujer que estaba entrada en carnes, bajó 40 kilos en unas cuantas semanas. Hay otro que lucha contra el partido al cual antes alababa. Y la que sonreía, apenas puede ocultar la triste mirada, el gesto de amargura. Continuaba devastado. La voz se apagaba.
Héctor Herrera comentaba que Cholo es diputado, gobernador, torero, policía. A lo largo de su carrera, el actor se ha caracterizado como Miguel de la Madrid, Amanda Miguel, Roberto Madrazo, Andrés Manuel López Obrador y decenas de personajes más. “Cholo viene del pueblo, es del pueblo. Por eso acepté cuando me invitaron a ser candidato, quiero devolverle al pueblo algo de lomucho que me ha dado, como su cariño, su admiración. Yo nunca he robado nada a nadie, no he estado en ninguna nómina, no he tenido que andar de adulador con nadie”, agrega don Héctor.
Hacía calor. En esos momentos, en otra parte de la ciudad, en una oficina con aire acondicionado, Xavier Abreu —en Yucatán lo pronuncian Shavier — el candidato del PAN, se mostraba sereno, optimista. Decía que las encuestas le favorecen, no daba cifras, según voces de su equipo de campaña, estaría 12 puntos arriba de la priísta IvonneOrtega, en tercer lugar estaría Héctor Herrera y en el último, Ana Rosa Payán.“A todos los respeto. créeme, me dolió que Ana Rosa se fuera del partido. Trabajamos juntos, yo fui coordinador desuscampañas. Atodos los respeto. A Cholo lo admiro, no me perdía su sobras. Yo nunca hubiera podido ser actor, pero sí me gusta cantar, las de Los Beatles, aunque no me sé las letras, y las de mi amigo Armando Manzanero, con quien he pasado largas noches de bohemia”.
Poco más tarde, Ana Rosa Payán, la que fue panista durante tantos años, la que encabezó acciones de resistencia civil, como aquellas inolvidables marchas en las que miles de personas encendían veladoras mientras avanzaban en silencio, la siempre combativa mujer, encabezaba una conferencia de prensa para dara conocer la plataforma electoral de la coalición formada por el PT-Convergencia que la postuló. En la pequeña sala, estaban sólo cuatro reporteros. El emblema de su campaña es una rosa y al mismo tiempo,dos manos que se encuentran en el tradicional saludo maya.
“Sí, estoy pagando costos. No apoyé a Felipe Calderón como precandidato, estuve con Alberto Cárdenas. Y estoy contra el sistema, y el sistema está contra mí. Encabezo un movimiento ciudadano”, expresaba, con esfuerzo aparentaba felicidad, y certidumbre en que, pese a todo, va a ganar. Contendientes, adversarios, en el inicio de una jornada más. Todos estaban en el centro de Mérida, con unas cuantas cuadras de distancia.
Por la ciudad, como en las carreteras y en los municipios, miles de fotografías de el candidato del PAN, sólo con su nombre, Xavier, y de la priísta, simplemente Ivonne. Ivonne Ortega, la que sin duda, luce atractiva, más delgada, con impecable maquillaje. La que de acuerdo a las costumbres del PRI, estaba rodeada por colaboradores, y colaboradores de los colaboradores. Ella, la sobrina de Víctor Cervera Pacheco, el legendario, el último de los dinosaurios del Mayab, el que murió tras perder la batalla política final.
“No me dejaba dedicarme a la política. Mi tío era muy especial. Contra su voluntad me postulé y gané una alcaldía, no me tomaba la llamada cuando le hablaba. Se opuso a que fuera diputada, yo seguí por mi lado. Cuando le pedí su opinión sobre mi intención de ser senadora, me dijo que para qué le preguntaba si yo hacía lo que me daba mi regalada gana”, platicaba ella. Después, esa su representación, la de una mujer que no duda de su victoria, la que aseguraba que encabeza las encuestas, pero que no se confía.
Los libretos
El proceso electoral en Yucatán. Todo parece indicar que la lucha será entre el PAN y el PRI. Se preparan ya de uno y otro lados con recursos de todo tipo, habrá inevitablemente intercambio degolpes bajos. Unos tienen casi listas acusaciones contra Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones, y los gobernadores de Nuevo León, Quintana Roo y el estado de México. Otros hacen acopio de supuestas pruebas de acciones indebidas o ilegales del mandatario estatal Patricio Patrón.
Y ahí estaban, cuatro de los cinco candidatos, por la noche, el jueves pasado, en un intento de debate. Jorge Lizcano,ex priísta, hoy con Alternativa. Y con él, en el improvisado escenario, Ivonne Ortega, Xavier Abreu y Ana Rosa Payán. Ellas, ellos, que chocaban las palmas recíprocamente tras sus respectivas intervenciones. Y esos gestos de apariencias.
Mientras tanto, Héctor Herrera entraba a su camerino, que está intacto. Después se colocó ante el espejo. Tomó un lápiz y se pintó las cejas. Su fiel asistente, le colocó la peluca. Se puso una camisa amarilla, el color del PRD. Y poco a poco fue desapareciendo la tristeza. Ya estaba ahí solo, ya mostraba sus ojos saltones, ya reía para no llorar. Él, quien entonces dejó a un lado su auténtico dolor, su sinceridad, para darle vida a aquel que no ha ganado nunca votos, que se ha alimentado de aplausos, que con ellos se ha vestido, que por andar en la política no pudo saber que su querido amigo había muerto.
La tragicomedia yucateca...
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