jueves, mayo 10

Alejandra murió en la línea de fuego
Francisco Gómez
El Universal

Miércoles 09 de mayo de 2007



APATZINGÁN, Mich.- Nunca tuvieron la inten ción de rendirse. Desde el primer momento, dispararon a diestra y siniestra contra los soldados.

Claudia Alejandra Cortés Reyes, en primera línea, también disparaba. Ella, la única mujer que estuvo en el enfrentamiento entre soldados y narcotraficantes, se colocó en la primera línea de fuego. Disparando con un rifle automático, esta mujer respondió a la solicitud de los militares de entregarse, pero igual que tres de sus cómplices cayó ante la artillería pesada de las fuerzas oficiales.

Esta joven, de 26 años, a la que todos los vecinos señalaban como una muchacha tranquila, desde hace más de un año rentó la vivienda donde el lunes se escenificó uno de los enfrentamientos más violentos que se recuerden entre militares y narcotraficantes.

Lo primero que vieron los militares que entraron a la casa donde se parapetó el grupo armado, fue a ella, a Alejandra. Estaba tirada entre lo que fue una camioneta y el destrozado zaguán del domicilio marcado con el número 147 de la calle Fray Melchor de Talamantes. Junto al esqueleto del vehículo que recibió no menos de 500 impactos de bala, el cadáver de esta mujer tenía a su lado un rifle automático.

Los militares, según dicen en su oficio de reporte No. A09247, pidieron verbalmente a los agresores: "Somos Ejército mexicano, tiren sus armas y salgan con las manos en alto".

Adentro de la casa no hicieron caso y siguieron disparando. Fuimos, dicen los soldados, agredidos con disparos y granadas, por lo que nos cubrimos y repelimos el ataque.

Y quien se encargó de dispar desde la puerta, para impedir el acceso directo de los militares a la casa, fue Alejandra. Su cuerpo recibió tantos disparos que es imposible saber cómo fue que se colocó en ese sitio, pues sus cómplices fueron encontrados en sitios más seguros o donde era más difícil que fueran alcanzados por el fuego de los soldados.

Antes de que ella cayera muerta, dentro de la casa todo era una locura. Los gritos y disparos continuaban. Sus cómplices se colocaban cargadores en sus cintos, corrían de abajo a arriba de la casa, se colocaban en las ventanas para responder al fuego de los militares y buscaban refugiarse cuando venía la andanada de disparos.

Y lo que apenas pudo hacer Alejandra, fue colocarse en uno de los muros que separaba al zaguán de la puerta principal. Desde ahí disparó. Y también ahí murió. No tenía opciones ni escapatoria. Su cuerpo, pero sobre todo su cara fue tapada con un trapo. Quedó muy lastimada, según uno de los bomberos que sofocó el fuego que se produjo cuando los militares dispararon granadas y con una metralleta AR-19. En las fotografías apenas se distingue su complexión robusta, su blusa amarilla y su pantalón de mezclilla. Fue todo lo que quedó de ella.

Pero igual que ella, sus cómplices nunca se rindieron. Sabían que no tenían escapatoria. Así que corrieron, dispararon y cuando el Ejército lanzó su artillería pesada, fueron alcanzados. Sus cuerpos, según las fotografías tomadas, estuvieron a punto de carbonizarse, pero quedaron con las armas entre las manos.

No hay comentarios.:

Canal de Videos