Intereses encontrados
Fco. Javier Chaín Revuelta
Es notorio que “la polaca” (para diferenciarla de la Política) es una actividad que muchos desean ejercerla aun sin representar a nadie, es decir, sin pertenecer a un gremio o ser líderes de la mayoría de los miembros de grupo específico clasificado por su actuar económico. Muchos desean participar en la política de manera y a título personal, algunos por que les da su regalada gana ejercer su derecho constitucional, otros porque desean “servir a sus semejantes” otros porque “aman mucho a su ciudad” los más porque “darían la vida por ella” Otros, más prácticos, por encontrarse desempleados, otros por “no tener otra cosa que hacer” y uno que otro (los menos) por simple interés económico, por el deseo de destacar entre los demás, por tener poder o por pasar a la historia. En fin, la lista ya esta saliendo tan larga y con motivos tan interminables que mejor lo dejamos en que los que desean participar en “la polaca” lo hacen por motivos diversos.
Lógico en la búsqueda del poder es que los grupos económicos más poderosos luchen por él, en la Historia Económica de Córdoba (aun no escrita por nadie) tendría que aparecer, sin duda, que la disputa del poder local siempre enfrentó cañeros contra cafetaleros. Hacendados de café y caña se alternaron el poder político-económico local por muchísimos años y ningún otro grupo de alguna otra actividad podía hacerles frente con éxito. En los tiempos modernos, con el campo destrozado por viejos hacendados y sus actuales herederos, y desde que la tecnología empezó a permear nuestras costumbres, las cosas han cambiado, en la “Suave Patria” Lópezvelardiana las campanadas han dejado de caer como centavos y el santo olor de la panadería es apestoso burguerolor macdonaliano.
Al diversificarse el mercado, ahora en la lucha política, participan, además de los últimos residuos y vestigios de acaparadores cafeteros (Lavin, Bueno) y cañeros (Perdomo, Bueno), sólo otros dos grupos (que actúan dispersos) el de los empresarios y comerciantes (Ríos Bernal, Becerril Hernández, Becerra Vargas, Barquet Viñas, Cesa Camacho, etc.) y el de los profesionistas (Solís Romero, García Estrada, Portilla Bonilla, Martínez Rahme, Hernández Beristain, Monluí Fernández, Croda de la Vequía, Hugo Fernández, Alfredo Grajales, Bustos Berthau, Herrera Marín, etc.) Sin duda actúan otros grupos, pero no abiertamente, como el grupo cuya actividad central y modo de vida es la política en si misma como profesión; las Iglesias que participan indirectamente, así como los gobiernos en funciones que “bajo el agua” desde posición de privilegio, buscan continuar en el poder. Es de notar que lo que los despistados llamaron “transición democrática” a cruentas luchas entre mismos privilegiados por el poder, no toman cuenta de los grupos mayoritarios marginados sin posibilidad de competir por alguna representación en las cúpulas del poder. Entre los marginados está el numeroso grupo de los trabajadores o empleados asalariados, o el gremio de los burócratas, o el abundante y preparado gremio de los maestros, u otros grupos mas desprotegidos y sin oportunidad a la vista como los ambulantes (semifijos y anexos) las servidoras domésticas, indígenas, discapacitados, migrantes, periodistas, etc. Siendo la administración pública quien dirime intereses encontrados entre actores económicos, cada gremio o grupo de actores económicos, debe unirse y hacer frente común, con un verdadero representante, para luchar y alcanzar el poder local y defender sus intereses. La desunión gremial es amoral, incide para que en la ciudad reine explotación, los borrachos, basura, enfermedad, fútbol, ignorancia y miserias. fjchain@hotmail.com
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