Preside la Comisión de Medio Ambiente del Congreso estatal
Arrasa un diputado bosque en Jalapa para hacer residencias
Dice tener autorización
Desoye el gobierno protestas de ecologistas
Jalapa, Ver., 14 de junio. Justo Fernández Garibay, presidente de la Comisión del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas del Congreso local y ex dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México, inició la destrucción del predio La Joyita, uno de los últimos reductos de bosque de niebla en esta ciudad, para construir un fraccionamiento habitacional del lujo.
La posesión, de 39 hectáreas, es una de las tres áreas naturales que conserva la capital veracruzana, y en ella comenzó a construirse una carretera. Posteriormente vendrá la lotificación y la construcción de un fraccionamiento de lujo, un centro comercial (presumiblemente de la cadena Wal-Mart) y una clínica particular especializada en tratamientos de belleza.
El legislador -quien junto con su madre, Mónica Garibay, y sus hermanos Mónica, Juan Gabriel, Luis Miguel y José Fernández Garibay, es promotor y accionista del proyecto- aseguró que en 1997 fue autorizado el cambio de uso de suelo para el predio como parte del plan municipal de desarrollo y ''se cuenta con todos los permisos''.
Pese a que los vecinos, apoyados por investigadores y grupos ambientalistas, han solicitado a las autoridades municipales, estatales y federales detener la destrucción, éstas permanecen indiferentes y al menos 20 por ciento de la reserva ya fue talada. En marzo de 2006 iniciaron movilizaciones para reclamar la intervención del gobernador Fidel Herrera Beltrán, a quien se demandó tramitar la expropiación del predio para convertirlo en un parque protegido, pero no ha habido respuesta.
Propiedad de la familia Fernández Garibay -una de las más acaudaladas de la entidad y que asegura tener la posesión legal desde 1953-, La Joyita es uno de los predios más extensos de Jalapa, superado sólo por los parques Natura y Macuiltépetl.
''La Joyita conserva una plantación de café con árboles centenarios donde habitan especies de orquídeas y aves, además de reptiles e insectos'', explica Hipólito Rodríguez, integrante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, sección Golfo. Además, el predio es refugio de 220 especies de aves, de las cuales 100 son migratorias, y sitio de descanso para las parvadas que cada año atraviesan el continente.
''El impacto de destruir este pulmón natural será terrible para la ciudad, pues modificaría el microclima y, obviamente, contribuirá al llamado calentamiento global'', expuso el investigador.
Sergio Aguilar Rodríguez, de la Red de Información y Acción Ambiental de Veracruz, informó que las autoridades municipales y las delegaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se han mantenido indiferentes ante este ''ecocidio''.
Hace unos días, recordó, el delegado de la Semarnat, Manuel Molina, reveló a los medios locales que la familia Fernández había depositado un millón de pesos en el Fondo Forestal Mexicano para ''avalar que habrá reparación del posible impacto ambiental'', dijo el funcionario, quien minimizó la importancia del área natural: ''Es un cafetal viejo. Antes fue potrero y unos cuatro árboles tendrán que ser replantados''.
Aguilar Rodríguez aseguró que la manifestación de impacto ambiental de la obra fue rechazada varias veces debido a sus repercusiones, aunque no existe información oficial de ello.
Fernández Garibay aseguró que la movilización de ecologistas y vecinos sólo busca dañar su imagen; rechazó que incurra en incongruencia, doble moral o conflicto de intereses y descartó la posibilidad de renunciar a la presidencia de la Comisión del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas de la Legislatura local.
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