VideoPájaros en el Alambre
Fco. Javier Chaín Revuelta
Durante diálogos íntimos común es evitar “Moros en la costa” o “Pájaros en el alambre” En tiempos modernísimos el lenguaje se amoderna, la chaviza al saberse espiada exclama “¡Hay cocas en el refri!” Los cordobeses, ante los próximos videomoros, videopájaros o videococas en los postes, tomarán previsiones necesarias ante la decisión unilateral del poder municipal de espiar a su público. La noticia no es nueva, meses ha se difundió habría instalación de videocámaras en puntos estratégicos de la ciudad. El costo del “servicio” claro está, será con cargo al mismo público (de los impuestos, pues) ya que “será de gran ayuda, y aunque no garantiza la seguridad en su totalidad, auxiliará a la policía municipal y al personal de la dirección de Transito y Vialidad a tomar importantes decisiones” El inteligente argumento no deja duda de la bondad de pagar por espiarse a uno mismo. Además de Córdoba, que estará de placen por ser “la primera ciudad en todo el Estado en contar con este importante servicio” de placen también estará la compañía proveedora de tal espiotecnología.
Lo que el municipio, el proveedor y las noticias no han aclarado es ¿Quién espiará a los que espían? ¿James Bond? Otro punto es que los abogados y hombres de leyes de la ciudad, los jurisconsultos que pululan por esta estupenda ciudad de los 30 caballeros, no han opinado o dado su punto de vista, sobre si es legal o ilegal espiar en las calles a los ciudadanos con o sin tal tecnología, o que siquiera indiquen, las asociaciones de abogados, que ley, o leyes autorizan el espionaje, e indican que personas o instituciones son las autorizadas para espiar y vigilar ¿Será que viene en el reglamento de tránsito? Otro punto por aclarar es que si la autoridad para tal decisión lo puede hacer unilateralmente o tiene que consultar a sus gobernados, digamos, por ejemplo, con un referéndum.
Otro punto importante sería el de conocer, al respecto del espionaje, la opinión de los representantes populares, digamos los diputados locales o federales, que siempre callan y no opinan de nada quizá para no correr el riego de equivocarse, pero quizá ahora, para desquitar el aumento de sueldo, nos hablen de las leyes que permiten las videocámaras callejeras. Aprovechando los tiempos electorales habría de pedir a los suspirantes a la presidencia municipal o a la diputación local su opinión al respecto. Con tal lluvia de ideas, de la autoridad vigente, del proveedor, de los ciudadanos, de los abogados y de los candidatos, quizá se podría, si es que no cada parte sale más convencida de sus propios argumentos, tomar mejores decisiones o al menos más democráticas y legales.
Por lo pronto se observa que el municipio continuará gastando en todo, hasta en festejos y comilonas con diversos motivos, como por ejemplo, del “día de la libertad de no ser espiado”, pero el gasto en educación, ese sí, seguirá en su mínima expresión posible, nunca habrá escuela ni enseñanza municipal, sólo malas escuelas privadas. ¿Será que la educación no es función municipal? Por fortuna, un día, Juan José Colorado, que si sabe leer, en este mismo diario y página, retomó el asunto para recordar que el 8 de junio de 1949 George Orwell publicó su famosa novela "1984", obra que desnuda el impacto negativo que el espionaje con avances tecnológicos y científicos podían tener en la sociedad futura. 58 años después invitamos a ediles acudan a su biblioteca municipal (no muerden) y, por favor, lean y cuéntenos. Muchas gracias. fjchain@hotmail.com
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