Antes de que entre en vigor el impuesto a la gasolina ya aumentaron alimentos, luz y otros
En 9 meses el actual gobierno encareció 34.17% los básicos
Significa 7.5 veces el aumento a los salarios
Desde diciembre la gasolina subió 3.5%
En apenas nueve meses y medio de la actual administración federal, el precio promedio de los productos que integran la canasta básica de consumo registró un incremento de 34.17 por ciento, 7.5 veces el aumento a los salarios concedido a los trabajadores en enero de 2007, según reportes oficiales.
Se trata de un alza de precios, que comenzó con la tortilla al comienzo del año, continuó esta semana con el alza al pan blanco, y que tenderá a mantenerse en cuanto comience el ajuste al costo final de la gasolina, que ya fue autorizado en el Congreso y cobrará vigencia en cuanto sea publicado por el Ejecutivo en el Diario Oficial de la Federación.
Desde diciembre de 2006, el precio de los 43 productos que integran la canasta básica de consumo ha subido en proporciones que superan con creces al repunte de la inflación general, que oficialmente es de 4.2 por ciento anual, con excepción del de la cebolla, que ha disminuido.
Esto ha ocurrido en un entorno en que el costo de la gasolina se ha elevado, de diciembre de 2006 a la fecha, en un promedio de 3.5 por ciento para ambos tipos de combustibles que ofrece Petróleos Mexicanos: Magna y Premium, según datos de la propia empresa.
Organizaciones de consumidores y representantes de la oposición política al gobierno denunciaron en la última semana que el incremento al precio de la gasolina desataría una escalada de precios, como tradicionalmente ocurre en el país cuando se mueve la cotización del energético.
La legislación aprobada la semana pasada en la Cámara de Diputados por los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional establece que, en cuanto entre en vigor el nuevo impuesto, el precio se elevará dos centavos por mes durante un año y medio. Es decir, 36 centavos desde el valor actual. El Banco de México estimó que la aplicación gradual del impuesto al consumo de gasolina tendrá un impacto mínimo en el Indice Nacional de Precios al Consumidor, indicador que mide el comportamiento de la inflación.
Aun antes de que el efecto del nuevo precio de la gasolina se comience a expresar en la lista de precios de los productos de mayor consumo, las variaciones ocurridas en los últimos meses ya han superado con creces el aumento otorgado a los salarios.
En enero, el salario mínimo general tuvo un incremento de 4.1 por ciento. A mediados de este año, según el Banco de México, el incremento promedio en los salarios contractuales era de 4.26 por ciento y de 4.75 por ciento en el caso del aumento de los emolumentos en el sector manufacturero.
El incremento en las percepciones representa una fracción del alza registrada en el precio de los bienes de consumo básico, aun antes de que se comience a registrar el impacto de las gasolinas. Aunque los promotores del nuevo impuesto aseguran que no debe tener un impacto inflacionario, en comercios han comenzado a observarse algunas variaciones.
Desde diciembre de 2006 y hasta el 15 de septiembre pasado, el precio promedio de la canasta básica se elevó en 34.17 por ciento, mientras el costo promedio de los alimentos considerados en ese universo repuntó 36.01 por ciento, estableció una medición de la Procuraduría Federal del Consumidor y de la Secretaría de Economía.
Algunos ejemplos son: en diciembre de 2006 el precio de un kilogramo de harina de trigo era de 5.25 pesos, que creció la semana pasada a 10.50 pesos, un alza de 100 por ciento; el pan de caja en presentación de 680 gramos elevó su costo, en el mismo periodo, de 13.90 a 19.7 pesos, esto es, 41.6 por ciento. Ambos movimientos son consistentes con el alza en el precio internacional del trigo.
Se modificarán tarifas eléctricas, dice SME
Arranca campaña El hambre nos arrasará
(Miriam Posada, Matilde Pérez, Carolina Gómez, Mariana Chávez, Miroslava Breach, Hugo Martoccia, Angeles Mariscal, Andrés Timoteo, Miguel Angel García y Gerardo Flores)
Antes de que entre en vigor el impuesto a la gasolina, el incremento a precios de productos básicos, luz, servicios y las alertas de quiebra de productores agrícolas y agropecuarios, ya pesan en la mesa y el bolsillo de los mexicanos.
Alimentos básicos como frutas y verduras empezaron a registrar incrementos de precios en tianguis y supermercados, por las afectaciones a las cosechas producidas por fenómenos meteorológicos ocurridos en las últimas semanas, situación a la que se suma el incremento de facto al precio del pan, y los posibles aumentos que se derivarían del alza anticipada al precio de la gasolina en los inicios de la temporada de invierno, crítica para el precio de energéticos.
A pesar de que el propio gobierno y los legisladores han rechazado que el impuesto a la gasolina dasatará un alza de precios, las amas de casa pueden constatar día a día que aún cuando no ha llegado el primero de octubre –cuando entrará en vigor el aumento–, los alimentos están al alza de forma constante, y ya hay alertas sobre ajustes al precio del pollo y la carne de cerdo.
El Sindicato Mexicano de Electricistas advirtió que el incremento a la gasolina se verá reflejado en los costos de Luz y Fuerza del Centro, y en los recibos de los consumidores al siguiente bimestre a su aplicación.
Los bolillos subieron 30 centavos desde hace dos semanas y la pieza de pan dulce 50 centavos, sin que hubiera avisos de la industria panificadora, y sin que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) registrara el movimiento, ya que hasta su reporte del 18 de septiembre dio a conocer como precio mínimo del bolillo 0.80 centavos y como máximo 1.04 pesos.
En supermercados, productos como el jitomate de bola se incrementaron en menos de dos semanas de 12 a 17 pesos por kilo; las calabazas japonesas de 9 a 17 pesos; el tomate verde pasó de 11 a 19; los chícharos se compran en 25 pesos por kilo al igual que los ejotes; las lechugas están cerca de los 10 pesos por pieza, y un kilo de nopales en 13 pesos. El kilo de manzanas no se encuentra debajo de 22 pesos, y la papaya en 15.
Mientras, un kilo de carne de bistec se vende en 70 pesos por kilo, mientras la panza pasó de 25 a 30 pesos por kilo, las manitas de cerdo a 25 pesos, y el hígado de res a 24.
El alza al precio del pan se produjo apenas siete meses después de que la Cámara Nacional de la Industria Panificadora lo descartara a corto plazo, debido a que en noviembre de 2006 había hecho un ajuste de 17 por ciento.
Ante este panorama, el Movimiento de Mujeres de la Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros-El Barzón, aseguró que el incremento de dos centavos en la gasolina ya repercute en el precio de productos básicos: el bolillo se vende a dos pesos la pieza y no a 1.50 como aseguran los industriales. El kilo de huevo está en constante ajuste, e igual las frutas y verduras.
Las mujeres iniciaron ayer en el Zócalo capitalino la campaña El hambre nos arrasará, con la que “desmentirán a los diputados que afirman que el incremento al precio de las gasolinas no afecta a quienes no tenemos automóvil”.
Por separado, productores avícolas y ganaderos indicaron que ya no podrán absorber el 25 por ciento del alza en el precio de los insumos, particularmente de los granos, por lo que podría darse un ajuste en pollo y huevo.
La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas y la Unión Nacional de Avicultores afirmó que este año no se han aumentado los precios al consumidor a pesar del incremento en los granos, pero deberán hacerse ajustes en los productos pecuarios porque las industrias no pueden trabajar con números rojos.
Sube la gasolina y encarece la luz
El secretario general del SME, Martín Esparza Flores, aseguró que el alza en el combustible se reflejará a partir de octubre en el costo de operación de LFC, y en el bimestre inmediato en los recibos de los consumidores, que deberán pagar ese costo más el incremento mensual del fluido.
Criticó la intención gubernamental de seguir cargando la mano a la población. Calificó el impuesto a la gasolina como “una traición” a lo prometido por Felipe Calderón, quien en campaña ofreció bajar el costo de los energéticos y ahora muestra la estrategia de los gobiernos neoliberales, aun con el riesgo de frenar el crecimiento económico y la generación de empleos.
Martín Esparza explicó que habrá un impacto en la operación de LFC y aseguró que de momento el gremio desconoce en cuánto podría traducirse el alza de combustibles en los cobros de luz. Aseguró que el incremento afectará en mayor medida a los usuarios domésticos, pues son los que pagan una tarifa más alta por kilovatio.
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