Preocupa la reanudación de relaciones Bolivia-Irán, dice el gobierno de Bush
Rosa Rojas
La JornadaEl embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, se reunió ayer con el presidente Evo Morales para expresarle la “preocupación” del gobierno de George W. Bush por el establecimiento de relaciones diplomáticas de este país con Irán y en torno a las plantaciones de coca excedentaria.
Bolivia e Irán oficializaron sus relaciones diplomáticas el 5 de agosto en el contexto de una reunión del Movimiento de Países No Alineados (Noal), después de lo cual el jueves arribó aquí una misión de empresarios de la república islámica para poner en marcha una serie de programas de cooperación en áreas de tecnología agrícola e industrialización para los departamentos de Tarija, Cochabamba y La Paz.
Luego de la entrevista con Morales, efectuada en el Palacio Quemado, Goldberg declaró a los medios: “He hablado con el gobierno boliviano para expresar nuestra política, la política de la mayoría de los países del mundo (hacia Irán) y ojalá ellos tomen la misma postura hacia su programa nuclear.
“Nosotros consideramos que Irán es un país patrocinador de terrorismo en el mundo, que ahora tiene que cumplir con los requisitos de la comunidad internacional con su programa nuclear.”
El embajador declaró que el combate al narcotráfico es una preocupación de ambos países. “Estamos listos para coincidir en las políticas de lucha contra el narcotráfico”, afirmó. Planteó a Morales la necesidad de aumentar la erradicación de cultivos de hoja de coca que ascienden, dijo, a más de 20 mil hectáreas en el país.
La estatal Agencia Boliviana de Información reportó que “el gobierno ratificó la posición del presidente Evo Morales, que planteó en varios encuentros nacionales e internacionales su actitud pacifista y la renuncia de Bolivia a la guerra, propuesta que espera sea incorporada en la nueva Constitución Política del Estado”.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseveró que en las relaciones con Estados Unidos existen “incidentes e inflexiones”, lo que es normal, pues el de Morales “es un gobierno que rechaza la sumisión, que no hace concesiones graciosas y más bien postula el ejercicio pleno de la soberanía”.
Este cambio en el patrón de las relaciones, señaló, genera reacciones comprensibles por parte de Estados Unidos. Por lo demás, informó que el gobierno tiene listo un proyecto de decreto supremo “para corregir las anomalías que existen en el campo de la cooperación, y ojalá nos ayuden a enmendar rápidamente”.
En agosto, Quintana denunció que una parte de la cooperación económica de Estados Unidos a Bolivia se destina a “organizaciones no gubernamentales o fundaciones que se supone son del signo ideológico del gobierno estadunidense” para “inflamar el clima antigubernamental”, mientras 30 por ciento es destinado a sueldos, pasajes, viáticos y seguros para funcionarios estadunidenses.
La entrevista con Goldberg se dio horas antes de que este domingo Morales viaje a Nueva York para participar en la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre el 24 y el 26 del mes en curso. Además, se reunirá con los ex presidentes estadunidenses Jimmy Carter y Bill Clinton, así como integrantes de la comunidad boliviana en Estados Unidos.
En otro orden, las primeras pláticas entre La Paz y Sucre en torno al tema del cambio de sede del Ejecutivo y el Legislativo concluyó esta madrugada sin resultados, lo que podría poner el riesgo la Asamblea Constituyente.
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