LA MONTAÑA SE LEVANTA

Corren a los ciudadanos albergados en el Congreso

Nos engañaron, nos salieron que teníamos que irnos de aquí porque el ejército ya no va a dar de comer, pero yo fui a hablar con uno de ellos y me dijo que eso no era cierto, refirió una mujer damnificada Carmen Escayola Camacho, declaró que primero iba a platicar con los integrantes de la Junta antes de tomar una decisión sobre los albergados, pero no fue así. (Foto: Tomás Rivas) J. MARTIN PRETELIN Después de una semana de estar refugiados en el vestíbulo del Congreso, las casi 200 personas fueron reinstaladas a otro albergue. Sólo que no les dijeron nada, las agarraron de sorpresa y mediante engaños, según denunciaron varias de ellas. Fueron prácticamente desalojadas como a las tres de la tarde. Ni siquiera habían terminado de recoger sus “cositas” y levantar las colchonetas cuando trabajadores del Congreso ya estaban limpiando todo. Una mujer, que mostró su enojo, contó que sólo les dijeron que iban a ser trasladas al albergue que habilitó la denominación religiosa La Piedra Angular en Periférico. Nos engañaron, nos salieron que teníamos que irnos de aquí porque el ejército ya no va a dar de comer, pero yo fui a hablar con uno de ellos y me dijo que eso no era cierto, refirió. “Nos corrieron,” alcanzó a decir otra mujer, cuyo nombre se reserva para que no sufra alguna represalia. Por la mañana, el oficial mayor del Congreso, Remedios Cerino Gómez había declarado que los albergados iban a permanecer en el vestíbulo, pues “no me han comentado nada en contrario”. Incluso dijo que podían permanecer ahí hasta el domingo y que eso no afectaría la entrega del primer informe de gobierno, pues será “una ceremonia sencilla”. Más tarde, alrededor de la una, el presidente de la Junta de Coordinación Política, José del Carmen Escayola Camacho, declaró que primero iba a platicar con los integrantes de la Junta antes de tomar una decisión sobre los albergados, pero no fue así. “Quedé de platicar en la Junta de Coordinación Política para tomar una decisión. No les vamos a decir que se vayan, sino que el compromiso sería reinstalarlos en un lugar donde estén hasta mucho mejor que aquí, siempre que ellos quieran”. Lo cierto es que ni les tomaron parecer a los damnificados. Simplemente les dijeron que se tenían que ir y no les quedó más remedio que sacar sus cosas. No todos se fueron a la Piedra Angular. Algunos retornaron a sus casas y otros se quedaron afuera del recinto legislativo con el amago de permanecer ahí. Aunque más tarde se retiraron. Por otro lado, Escayola Camacho anunció que el Congreso apoyará a todos los trabajadores que resultaron afectados por las inundaciones y buscarán que tengan los beneficios de todos los programas que se aplicarán en el estado para favorecer a los damnificados. Por lo pronto, dijo, he hablado con los secretarios generales de los dos sindicatos, para decirles que no hay ningún problema, que hasta que termine su bronca se puedan presentar, pero sí pidiéndole que hagan conciencia que los que puedan venir que no se cuelguen. Entre el 40 y el 50 por ciento de la base trabajadora de la legislatura se fue al agua de una plantilla laboral de 620, aproximadamente 260 son los afectados. Indicó que a través de la JCP se analizará de qué manera se puede ayudar a los trabajadores damnificados porque el Congreso no tiene una partida para cuestiones sociales, y ellos resultaron afectados como mucha gente y tienen derecho a ser apoyados. Sobre los daños que sufrieron varios inmuebles del Legislativo, informó que todavía no se han cuantificado y se hará hasta que bajen por completo las aguas, pues todavía se encuentra inundada el archivo del Congreso que se localiza en Las Gaviotas; la bodega del Organo Superior de Fiscalización, que se encuentra en la colonia Guayabal, y el edificio de M. Bruno también se inundaron.