| Rodeado de guaruras Calderón recorre el centro de la ciudad |  |  |  |
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En su afán por mantener a Felipe Calderón retirado de la gente, elementos del Estado Mayor Presidencial empujaron a la gente y sin respetar jerarquías hasta a Granier empujaron en varias ocasiones. (Foto: Tomás Rivas) |
JUAN MANUEL DIEGO
Los elementos del Estado Mayor Presidencial no respetaron jerarquías, y en su afán porque la gente se mantuviera lo más retirado posible de Felipe Calderón Hinojosa hasta le dieron sus empujones a Andrés Granier Melo. Lo anterior, durante el recorrido a pie que autoridades federales y estatales realizaron por las calles aledañas al mercado José María Pino Suárez, donde la situación es comparable a la de una ciudad en guerra; vías de comunicación destruidas, elementos del ejercito y la policía por todos lados, comercios cerrados, angustia y tristeza de tabasqueños que lo han perdido todo, puestos de vacunación contra enfermedades epidémicas y ciudadanos con cubre bocas.
Granier Melo no ocultó su molestia ante lo sucedido, por lo que exigió respeto a los cuerpos de seguridad del titular del Poder Ejecutivo federal. “Nunca voy a permitir que empujen al pueblo. Nadie me va a empujar porque yo represento a todo el pueblo de Tabasco”, reclamó enfadado el mandatario, quien ante las quejas de las personas que se sentían acorraladas por el Estado Mayor Presidencial llegó a decir que le iba a pasar el reporte al propio Felipe Calderón.
Este episodio sucedió en la calle Pedro Fuentes, casi enfrente del parque de la Paz, mientras Calderón se había acercado a revisar una de las casas que en su momento estuvieron bajo el agua. Y es que las quejas contra los guardias del panista venían de todos lados; principalmente de ciudadanos y reporteros.
“Están empujando a la gente y me están empujando a mí. A mí no me importa, pero que no empujen a la gente, yo represento a la gente”, prosiguió el gobernador. Y agregó: Él (Calderón) es una buena persona, pero hay gente que no sabe entender que lo que está sufriendo el pueblo no es cosa de venir nada más a avasallar, a como son las autoridades estas de seguridad”.
Una mujer se acercó a Granier para decirle que otra persona quiso hablar con Calderón, y sin embargo fue empujada por los elementos de seguridad. Tanta fue la prepotencia de estos guardias federales que la gente les llegó a gritar; “aquí mandamos los tabasqueños, no ustedes”.
En su caminata por las calles Constitución, Bastar Zozaya, José María Pino Suárez, Pedro Fuentes, Juan Álvarez y la avenida Adolfo Ruiz Cortinez, Calderón se hizo acompañar por los secretarios de Gobernación Francisco Ramírez Acuña, y de Salud José Ángel Córdova Villalobos, además de Andrés Granier Melo y funcionarios estatales. Todos con sus respectivos cubre bocas ante el aire negativo que se sentía en el ambiente. No faltaron las decenas de elementos del Ejercito y los guardias presidenciales.
Las peticiones al panista fueron múltiples, desde microempresarios que le preguntaban si van a haber apoyos al sector, hasta gente que le solicitó ayuda para recuperar su patrimonio. La respuesta del mandatario federal fue que se coordinaran con Granier para acceder a los recursos del programa de reconstrucción.
En una parte de su trayecto, un niño de once años de edad pudo avanzar hasta quedar de frente a Felipe Calderón y hacerle un obsequio. Casualmente es el mismo menor que se ha dado a notar públicamente por haberle dedicado una poesía a Granier Melo en reconocimiento a su trabajo en pro de la recuperación de la entidad.
Tras alrededor de una hora de recorrido, el Ejecutivo federal y su comitiva de más de 10 vehículos emprendieron la retirada en la esquina de las avenidas Ruiz Cortinez y Francisco I. Madero.
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