sábado, agosto 5

DISCURSO DE AMLO DEL DIA VIERNES 4 DE AGOSTO

Amigas y amigos:
Muchas gracias por seguir aquÍ, por continuar resistiendo, para que se haga valer la justicia y la democracia. Estamos reunidos como todos los días, en esta Asamblea Permanente en defensa de la democracia. Hemos cumplido ya cinco días. Seguimos aquí, se ha consolidado nuestro movimiento, hay mejor organización, somos más y siguen llegando y estamos aquí, en el corazón político de nuestro país, luchando por nuestros derechos, pero también por los derechos de todos. Como ustedes saben, mañana desde las 10 de la mañana, el Tribunal Electoral va a resolver sobre nuestra demanda de que se abran los paquetes electorales y se cuenten todos los votos. Esta exigencia de transparentar la elección surgió de ustedes, del clamor popular, y nosotros, como dirigentes, la recogimos porque todos sabemos, compartimos el criterio de que nuestra democracia está en riesgo. Así también lo han comprendido millones de hombres y mujeres libres y conscientes, que se han sumado a este movimiento. Nosotros esperamos, de manera sincera, que los magistrados del Tribunal Electoral tomen su decisión anteponiendo los intereses de nuestra Nación, por encima de todo, y sean sensibles ante la demanda de millones de mexicanos. Desde aquí les pedimos a los magistrados, en la víspera de la resolución que tendrán que emitir, les pedimos a los magistrados, de manera respetuosa, que actúen con decisión, para que verdaderamente contribuyan a la estabilidad política del país. Nuestra petición es justa y la justicia es condición fundamental para consolidar nuestra democracia y es la base de la armonía social. En el caso de que el Tribunal declarara procedente nuestra petición, estaría tomando una decisión histórica y patriótica, que despejaría las dudas sobre los resultados electorales; que le daría transparencia a la elección y que traería tranquilidad a nuestro país. Además de que le garantizaría al próximo gobierno la legitimidad indispensable, la autoridad política que se necesita para poder gobernar. Y también con esa decisión de transparentar el proceso y de manera particular abrir casillas y contar los votos, se lograría la legalidad mínima que nos merecemos todos los mexicanos. No podemos aceptar que la ilegalidad, el dinero, el poder y las trampas de un grupo de privilegiados se impongan sobre el interés nacional. No podemos aceptar que se cancele la vía democrática y el derecho del pueblo a una vida mejor. No nos pueden quitar el derecho a la esperanza. Nadie debe temer a que la elección se limpie, se resuelva y se califique ante los ojos de México y del mundo. El Tribunal Electoral no debe desperdiciar esta oportunidad histórica de convertirse en la primera institución del país, en nuestro tiempo, que haga honor a la integridad y al decoro que deben distinguir a los hombres públicos. Al respecto, les recuerdo de manera respetuosa a los magistrados lo que decía Juárez en los Apuntes para mis hijos: “Tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de un recto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro”. No es mucho pedir al Tribunal que haya transparencia. En las condiciones actuales sólo hay una manera de hacerlo: contando Voto por voto, casilla por casilla. Y repetimos, volvemos a decir: ¡Para la estabilidad política, económica y financiera del país… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para avanzar y dejar atrás la cultura política de la desconfianza… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para que todos los mexicanos estemos bien con nuestra conciencia cívica y con nosotros mismos… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para contribuir a la paz social… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para que no siga triunfando el dinero sobre la dignidad y la moral del pueblo… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para que a ninguna mexicana o mexicano que votó el 2 de julio le quede la sensación de insatisfacción o de farsa… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para que nunca se cierren las puertas a la democracia… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para mantener en alto el decoro de México… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para iniciar una nueva etapa, para iniciar una etapa de fortalecimiento a las instituciones… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para afianzar la legalidad, para hacer a un lado la ley del embudo, para que verdaderamente vivamos en un estado de Derecho y no de chueco… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para alejar la confrontación irracional… voto por voto, casilla por casilla! ¡Para contribuir a la reconciliación y a la unidad de los mexicanos… voto por voto, casilla por casilla! En esencia, para mantener a salvo la democracia … ¡voto por voto, casilla por casilla! Desde esta plaza pública, reiteramos nuestro compromiso, lo que hemos dado a conocer, si el Tribunal hace el recuento de votos, nos vamos a atener a los resultados, vamos a respetar los resultados. Lo saben los magistrados, lo sabemos todos, porque es un asunto de sentido común. Si se quiere resolver el problema no hay con que andar con indecisiones y con medias tintas, nada de que sólo una pequeña parte de los paquetes electorales. Queremos la apertura de todas las casillas, una solución de fondo al problema. No es exagerado decir que el destino de la vida pública de México está en sus manos, ciudadanos magistrados, tienen una responsabilidad histórica con la Nación. No es poco lo que está en juego: el respeto a la voluntad ciudadana, que es la base de nuestra democracia, que es el pilar de nuestra República, la piedra angular de nuestra soberanía. Si no se respetan los votos emitidos por los ciudadanos, se está atentando contra el orden legal y constitucional de México. Los magistrados tienen una responsabilidad y tienen que actuar --lo digo con respeto-- con ética y hacer lo que es justo. Un acto honorable puede rectificar una injusticia, puede cambiar el rumbo del acontecer público del país y abrir las puertas a la democracia que hoy se pretenden clausurar. La integridad de su proceder puede impedir que cometa un atropello contra los derechos ciudadanos y contra la voluntad popular. La legalidad y la justicia deben caminar juntas, para que sea posible la reconciliación y la paz entre los mexicanos. La historia nos brinda muchas enseñanzas, es la maestra de la vida. Por eso, no debemos olvidar lo que decía Justo Sierra, en momentos como estos. Recordar a los de arriba que se enajenan y que piensan que sólo su mundo es lo que predomina en todo el país y que no saben voltear a ver hacia abajo y que piensan que no pasa nada, que la gente aguanta y que la gente está acostumbrada al atropello. ¿Qué decía en aquel entonces Justo Sierra y que ahora tienen que tener muy presente los magistrados? “El pueblo de México tiene hambre y sed de justicia”. Por eso, mañana es un día importante, porque en la historia de nuestro país, desgraciadamente, sobre todo en la historia reciente, en los últimos tiempos, son excepcionales los actos donde los hombres encargados de impartir justicia no se someten al poder y al dinero y actúan en función del interés general. Hay que recordar, como pocos ejemplos de dignidad que se han dado en los últimos tiempos en el Poder Judicial, lo que hizo un juez en la época del general Cárdenas, que falló a favor de los trabajadores y en contra las compañías petroleras, decisión que dio pie a la Expropiación Petrolera de 1938. Por ello, considero que los magistrados no pueden dejar pasar esta oportunidad histórica. La sociedad mexicana y las futuras generaciones sabrán reconocerlo. Estamos convencidos que las grandes transformaciones del país y los derechos de los mexicanos se han alcanzado con la lucha y la tenacidad de muchos hombres y mujeres, pero también, a veces, por la decisión y por la integridad y por el patriotismo de algunos hombres que han estado al frente de instituciones Hay quienes no han sabido estar a la altura de las circunstancias. Por lo general, eso es lo común en nuestro país, nada más el discurso vacío, hueco, del respeto a las instituciones, pero los encargados de las instituciones muy raras veces han sabido estar a la altura de las circunstancias. Ahí está el caso de quien representa a la institución presidencial que, en lugar de actuar como hombre de Estado, como estadista, ha optado por comportarse como jefe de grupo, de partido, de camarilla. Así ha ocurrido en nuestra Nación cuando se trata de impartir la justicia. Desgraciadamente, México es el país de la impunidad y del sometimiento. Tenemos ejemplos que nos indignan y conmueven. Basta recordar la falta de justicia por la represión al movimiento estudiantil de 1968 y de 1971; la impunidad con que se han cometido violaciones a los derechos humanos; las matanzas de Acteal, Aguas Blancas, El Bosque o los asesinatos a cientos de militantes del PRD en la lucha democrática. La misma impunidad se repite con quienes han saqueado a nuestro país y que quieren seguir devorando a México, que es lo que está en el fondo de todo esto que estamos viviendo. Impunidad que han gozado los que saquearon en el caso del Fobaproa o los que se han enriquecido a la sombra del poder público, los que han llevado a nuestro país a esta monstruosa desigualdad social, en donde unos cuantos lo tienen todo y la mayoría carecen hasta de lo más indispensable. Recuerden, no olvidemos que en todos esos casos y muchos más, el Poder Judicial siempre ha convalidado los abusos del poder y la injusticia. Por eso, si el Tribunal opta por un fallo justo y decide contar los votos, estaremos ante una excepción histórica. No sólo quedaría a salvo la democracia, sino quedaría de manifiesto, por primera vez, en mucho tiempo, que una institución está por encima de cualquier interés particular y sólo actúa y decide en función del interés público. Eso es lo que se va a resolver mañana. Amigas y amigos. A todos les pido que estemos atentos, porque mañana, una vez que resuelva el Tribunal, en esta Asamblea vamos a tomar las decisiones que correspondan. No haremos ninguna declaración pública ni daremos a conocer ninguna reacción hasta que tomemos entre todos una determinación mañana, a las siete de la noche. Mañana vamos a fijar una postura ante lo que resuelva el Tribunal. Como ya hemos dicho, es el momento de defender la democracia y hacerla valer. Que los votos valgan y se cuenten bien. No es mucho pedir que haya transparencia, es apenas sólo lo justo.
¡Voto por voto, casilla por casilla!
ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR

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