Impulsa el Jefe de Gobierno Consejo de Competitividad para la Ciudad de México

Anuncia mayores facilidades para la generación de empleo * Convoca a los empresarios a participar en la elaboración del Plan de Desarrollo Económico; el Bando 2 de actualizará, afirma * El objetivo es generar mas empleos y mejor pagados, y atraer más inversiones al DF, afirma la secretaria de Desarrollo Económico, Laura Velázquez Alzúa A fin de que el Distrito Federal alcance los niveles de desarrollo de ciudades como Nueva York, Londres o Shangai, el mandatario capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, convocó a los empresarios a integrar el Consejo de Competitividad de la Ciudad de México, para elaborar el Plan de Desarrollo Económico y conformar una Mesa de Proyectos, donde se dará atención especial a todos los proyectos de inversión que se presenten para la generación de empleo Al instalar el Consejo de Competitividad de la Ciudad de México, Ebrard Casaubon subrayó que unidos, Gobierno y empresarios, trabajarán para que la Ciudad de México recupere el lugar que merece en el mundo, y para ello se emprenderán acciones que faciliten la inversión de la pequeña y la gran industria, por lo que se debe contar con un marco normativo ordenado, cuyo objetivo es crear un solo código económico para inversionistas y autoridades. “Se debe concretar una alianza estratégica”. Acompañado por la secretaria de Desarrollo Económico, Laura Velázquez Alzúa, y el secretario técnico del Consejo, Samuel Podolsky Rapoport, el Ejecutivo local dijo que entre las medidas inmediatas que se adoptarán, está la actualización del Bando 2, que restringe el crecimiento de unidades habitaciones y desarrollos comerciales en nueve delegaciones, aunque aclaró que la mancha urbana no puede seguir creciendo. En el Museo de la Ciudad de México y ante más de cincuenta empresarios de distintas ramas productivas, el mandatario local puntualizó que es primordial que el Distrito Federal se transforme en un lugar con mayor capacidad tecnológica y científica. Para ello, adelantó, a partir de enero realizará reuniones con los empresarios de todos los sectores, donde se presentarán metas, supervisión y hechos concretos. Dejó en claro que la administración capitalina no tiene ningún conflicto con el sector empresarial, y muestra de ello es su decisión de apoyar de manera decidida y firme todos los proyectos que sean productivos y generen empleos. Además, sostuvo que se concretará una alianza gobierno-empresarios, para lograr el bienestar de los capitalinos. Ebrard Casaubon destacó que dentro de los esfuerzos que emprenderá el Gobierno del Distrito Federal para incrementar la productividad, será la simplificación administrativa, medida que pretende acabar con la corrupción que se genera en las inspecciones que se realizan a las empresas. Indicó que todos los programas que ha emprendido el Gobierno del Distrito Federal en materia de educación, salud, seguridad, vivienda, entre otros, están encaminados a incrementar la competitividad de la Ciudad de México. En su oportunidad, la secretaria de Desarrollo Económico, Laura Velázquez Alzúa, afirmó que la conformación del Consejo de Competitividad de la Ciudad de México es el primer paso para alentar el desarrollo económico, lograr una ciudad competitiva y más justa. Velázquez Alzúa apuntó que entre los objetivos del Consejo destacan el generar más empleos y mejor pagados; atraer inversiones nacionales y extranjeras; así como convertir al Distrito Federal en la ciudad más competitiva de América latina. En su oportunidad, el secretario técnico del Consejo de Competitividad de la Ciudad de México, Samuel Podolsky Rapoport, subrayó que para que las empresas sean más competitivas y enfrentar la globalización, deben abandonar los viejos esquemas basados en la explotación de la mano de obra por modelos actuales que ofrezcan una mejor calidad de vida. Apuntó que desde una postura progresista y de izquierda, que enfatiza el bienestar social como uno de sus objetivos, debe garantizar una administración pública y eficiente para elevar los niveles de vida de la sociedad. Finalmente, reconoció que corresponde a las instituciones públicas generar las condiciones para que la inversión privada participe en el desarrollo económico, ya que la competitividad generada por mano de obra barata, no es éticamente sostenible ni resulta económicamente viable.