Carta desde la cárcel. |
Cereso Cuicatlàn Oaxaca Agosto/ 07
Andamos en las calles polvorosas
Y nuestras casas caminan con nosotros
Nuestros muertos caminan y sueñan
Andamos y nuestros hijos andan
Andan y juegan
Anda también el pensamiento con nosotros
Andan los sentimientos, y dicen anda la historia.
Dejando estelas, arcoiris en las calles.
Somos los que bajan a los costados de las avenidas
Somos un rostro moreno, indio, pobre, dulce.
El fuego bendito que arde en los corazones,
El fuego que quema la mentira.
Andamos el asfalto y las banquetas
Andamos la cantera y soñamos:
La patria, la bandera.
Mi casa es el nopal que brotó en una loma
Tiene flores hermosas
En verde y dulce cacto
Mi sueño es un fruto de la patria
Nuestra palabra es libre como el águila
No hay serpiente que la amedrente
Somos uno y todas, somos todas uno.
Compañeras y compañeros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca:
En estas tierras florecen hasta los cactos
Para algunos: el desierto
Para nosotros: La tierra del canto
Suben y bajan los caminos, y un sol recio y perezoso los recorre con lentitud.
Corre el viento suavecito y trae perfumes. El fresco perfume de la memoria.
El dulce e inquietante de la esperanza.
En la noche brillan miles de ojos y cruzan el cielo parsimoniosamente.
Y nos sentimos abrazados y acompañados.
Singular vía láctea, que nos cuenta escenas de la historia, que cura nuestras sangrantes soledades.
Estamos en la tierra del canto.
Compañeras y compañeros:
La justicia, la libertad y la democracia, no se imploran, se conquistan.
La lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, nuestra lucha, trascenderá los tiempos.
Vamos hacia la victoria.
Fraternalmente
Horacio Sosa Villavicencio, Flavio Sosa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario