Aún es elevada la desigualdad en Latinoamérica, señala un informe semestral del FMI
La pobreza aminoró aquí sólo 3% en 2004-2006; en Argentina, 18%
Destaca que la calidad de la educación primaria en la zona es inferior a la de otras regiones
El gasto social ha beneficiado más a sectores ricos en muchos países, de acuerdo con el reporte
El organismo vaticina disminución de 2 por ciento del crecimiento en AL si hay recesión en EU
La reducción de la pobreza en México en los últimos dos años fue la más lenta entre las principales naciones de América Latina, reportó ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre 2004 y 2006 la pobreza en México se redujo apenas 3 por ciento, mientras en Argentina la disminución fue de 18 por ciento y en Brasil de 8, por citar a las tres mayores economías de la región, según Perspectivas económicas: las Américas, un reporte semestral sobre América Latina elaborado por el FMI.
En la edición correspondiente al otoño de este año, dada a conocer ayer, el FMI aseguró que “los países latinoamericanos siguen teniendo tasas de desigualdad mucho mayores que la de países de Asia y Europa con niveles de desarrollo semejantes, lo que podría limitar parte de los efectos potenciales de un fuerte crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza”.
El FMI mencionó que la pobreza sigue disminuyendo en América Latina, pero la desigualdad continúa siendo elevada. Para remediar lo que llama “persistente desigualdad” y reducir el “alto nivel de pobreza”, apunta el organismo, es “esencial” focalizar mejor el gasto social en los países de la región.
La reducción de la pobreza en los países de la región no ha sido homogénea. De hecho, el FMI destaca en el reporte el avance alcanzado en este campo por Argentina, que cayó en la bancarrota económica en 2001 y cuyo gobierno del actual presidente Néstor Kirchner precisamente decidió llevar al mínimo sus relaciones con el FMI, al que pagó por anticipado las deudas para sacudirse la supervisión de la política económica.
Reducción acentuada
“La disminución de la pobreza ha sido particularmente acentuada en Argentina, donde la tasa ha disminuido en más de 30 puntos porcentuales desde 2002, contrarrestándose así el gran aumento durante la crisis del periodo 1999-2002”, indicó el documento del FMI.
Después de la crisis, que llevó a la congelación de los depósitos bancarios, más de la mitad de los argentinos cayó en una situación de pobreza.
El cambio de prioridades económicas y el beneficio derivado de los altos precios de las materias primas (el país es un exportador de alimentos) ha llevado a que en 2006 viva en esa situación una cuarta parte de los argentinos, según el reporte.
El informe permite establecer algunos contrastes con lo ocurrido en México. Así como Argentina se vio beneficiada por el alto precio de productos agropecuarios de exportación, México ha gozado en los últimos años de ingresos petroleros sin precedente, derivados de los altos precios de exportación del crudo.
En México, 25 de cada 100 habitantes viven en situación de pobreza, la que el FMI ubica a partir de un ingreso menor a dos dólares (21.5 pesos) por día.
Pero mientras en otras naciones exportadoras de materias primas la reducción de la pobreza ha sido más acelerada, en México se ha dado de manera modesta. Entre 2004 y 2006 disminuyó 3 por ciento; es una sexta parte de la disminución de 18 por ciento en Argentina durante el mismo periodo o menos de la mitad del 8 por ciento de reducción logrado por Brasil, también en los mismos años.
En América Latina subsisten grandes diferencias en los niveles de pobreza en los distintos países, indicó el FMI. En Chile, el porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza nacional es inferior a 14 por ciento, mientras ese porcentaje oscila entre 20 y 30 por ciento en Argentina, Brasil, Costa Rica, México y Uruguay; se acerca a 40 por ciento en Perú, y en Bolivia es superior a 50 por ciento.
Sobre este aspecto, el reporte del FMI no incluye estadísticas de Venezuela, que anunció en la primavera pasada que abandonaría el organismo.
El reporte añade que a medida que se ha consolidado la expansión económica en la región, el gasto social ha seguido aumentando. Con la mayor estabilidad macroeconómica, también ha disminuido la volatilidad de los desembolsos, indicó, el documento.
No obstante, agregó, Latinoamérica aún tiene mucho espacio para mejorar la eficiencia del gasto social.
La calidad de la educación primaria, por ejemplo, sigue siendo inferior a la de otras regiones del mundo y beneficia principalmente a los grupos de ingreso medio y alto, más que a los pobres, dada la gran proporción de estos desembolsos que se destina a la educación superior y la seguridad social.
“Efectivamente, el gasto social en muchos países de la región ha sido regresivo, beneficiando en cifras absolutas más a los sectores ricos de la sociedad que a los pobres”, aseguró.
Efectos de posible recesión en EU
En tanto, un cable de Reuters fechado en Washington, que citó el informe del FMI, señaló que una posible recesión en Estados Unidos podría reducir hasta en dos puntos el crecimiento de Latinoamérica en 2008.
Las economías de la región están más preparadas para enfrentar turbulencias internacionales, pero varios países podrían ver sus superávit presupuestarios sufrir una rápida erosión a menos que corten sus gastos, mencionó.
El organismo mantiene las previsiones de su informe Panorama económico mundial, hecho público en octubre, de 5 por ciento de crecimiento para la región en 2007 y 4.25 por ciento para 2008.
En su último informe regional para el hemisferio occidental, el FMI advirtió que si los gastos en la región siguen creciendo entre 8 y 10 por ciento, América Latina podría registrar nuevamente déficit fiscales primarios en dos o tres años, incluso si los ingresos se mantienen en los fuertes niveles actuales.
“Para dar más espacio a mayores gastos de capital y estabilizar el equilibrio fiscal, los gastos corrientes tendrán que ser recortados y mejor direccionados, particularmente hacia gastos sociales destinados reducir la pobreza”, expresó el FMI, y agregó: “si el gasto no es recortado, el equilibrio fiscal rápidamente desaparecerá y la región podría retornar a registrar déficit primarios”.
El informe prevé un déficit de 3.7 por ciento en Venezuela en 2007 si se dan precios más altos en las materias primas, o de 9.9 por ciento en caso de que se registren precios más bajos para las mercancías.
Anoop Singh, director para el departamento del hemisferio occidental del FMI, evitó comentar sobre gastos excesivos, afirmando que esos detalles serían tratados en consultas individuales del organismo con los países. “Estamos intentando duramente no dar recetas inmediatas”, afirmó.
Pese a eso, el organismo dijo que la región está disfrutando de una expansión que ya dura cinco años y debe acabar con las amenazas al crecimiento que anteriormente terminaban prematuramente, debido a crisis o largos periodos de estancamiento.
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