sábado, noviembre 3

Respuesta a afirmación del gobierno de Tabasco de que se vive “crisis social”

Ordena Calderón a militares castigar “a quienes incurran en pillaje o lucro”

“La alteración climática, origen y causa de catástrofe” en el estado, según el Presidente

Fabiola Martínez (Enviada)

En Villahermosa –considerada por las autoridades locales un "gran albergue" en el que deambulan 100 mil damnificados–, el presidente Felipe Calderón y el gobernador Andrés Granier despacharon a un grupo de militares que repartieron despensas
En Villahermosa –considerada por las autoridades locales un “gran albergue” en el que deambulan 100 mil damnificados–, el presidente Felipe Calderón y el gobernador Andrés Granier despacharon a un grupo de militares que repartieron despensas Foto: Notimex /Alfredo Guerrero

Villahermosa, Tab., 2 de noviembre. El presidente Felipe Calderón pidió a los tabasqueños obedecer a los mandos civiles y militares, tras escuchar la advertencia, emitida por el gobierno estatal, de que existe una situación de “verdadera crisis social” provocada por la falta de agua potable y alimentos, lo cual ha convertido esta capital en “un gran albergue” en el que deambulan por las calles anegadas unas cien mil personas.

“Estableceré y otorgaré, en el límite de mis facultades constitucionales y legales, la máxima autoridad a los secretarios de la Defensa y de Marina, a las fuerzas federales, para que contribuyan a la preservación del orden (…) y se castigue también a quienes incurran en actos de pillaje o lucro”, anunció el mandatario.

En una reunión de evaluación, el gobernador Andrés Granier Melo manifestó ante el Presidente que el manejo de la hidroeléctrica Peñitas “contribuyó enormemente a la desgracia”, y le pidió que, “de una vez por todas”, se eche a andar un plan hidráulico integral para la región, “no obras aisladas o inconclusas”.

También demandó a la Federación más recursos, porque si las obras hubieran sido concluidas, aseveró, “ahora habría daños pero no la catástrofe que estamos viviendo, la peor de todas”. Es un problema mayor al que vivió Nueva Orleáns, insistió.

“Presidente, le podrán decir cifras, pero aquí todos sabemos que cuando turbinan (la hidroeléctrica Peñitas), el río sube (…) Queremos que opere Peñitas y genere energía y riqueza a México, pero que podamos convivir con la presa.”

Pero Calderón respondió: “el origen y la causa de esta catástrofe está precisamente en la enorme alteración climática que, se reconozca o no, se ha provocado.

“En Tabasco en unos cuantos días cayó una precipitación pluvial por encima de cualquier registro que se tenga (…) lo cual explica la crisis que estamos viviendo.”

En cuanto a las obras inconclusas, el Presidente se comprometió a emprender el plan hidráulico de Villahermosa, en coordinación con el gobierno del estado, exclusivamente con orientaciones técnicas.

“Señor gobernador, yo le puedo asegurar que, independientemente de lo que haya ocurrido en el pasado, con gobiernos federales, locales o estatales, de cualquier signo, es un tema independiente.”

En tanto, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, advirtió que el desagüe “puede llevar semanas”, probablemente más de un mes. “Vamos a tener inundaciones durante todavía mucho tiempo”.

Agregó: “en tres días llovió mil 200 milímetros de agua. Es tal cantidad de agua que va a requerir varias semanas el desalojo, la evaporación. Esto es un proceso de desagüe natural de la cuenca del río Grijalva y por evaporación, es decir, de manera natural (…) Lo importante es que la gente tenga un espacio digno para aguantar varias semanas”.

Aunque el nivel de los ríos que cruzan el territorio tabasqueño disminuye a razón de 10 centímetros por día (según el parte informativo rendido este viernes), en las próximas horas habrán sido colocados poco más de un millón de costales de arena, para intentar detener los desbordamientos.

Sin contacto con la población

En su segunda visita a la entidad desde el inicio de la contingencia, Calderón no tuvo contacto alguno con los damnificados, sólo miró, desde lejos, tras una reja metálica, la llegada de un grupo de evacuados.

En cambio, sí encabezó una reunión a puerta cerrada, por 45 minutos, con secretarios de Estado y el gobernador.

Portando gorra militar de cinco estrellas, supervisó –en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas– la salida de vehículos rumbo a las zonas afectadas; cargó algunas despensas y encabezó un sobrevuelo por Villahermosa, Cunduacán, Jalpa de Méndez y Nacajuca, regiones aledañas al cauce desbordado del Grijalva, que ahora forma un gran espejo.

Ante esta catástrofe natural, “una de las peores de la historia reciente del país”, abundó, vendrá “mucha más ayuda”, por lo que pidió a los pobladores no perder la calma, al tiempo de llamar a la solidaridad a las líneas aéreas comerciales y a los fabricantes de plantas potabilizadoras de agua. “Vamos a reconstruir Tabasco cueste lo que cueste”, expresó.

En su turno, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, detalló que el número de aeronaves que se hallan en Tabasco está en relación con la capacidad de transporte que tiene la Fuerza Aérea.

“No hay más, excepto los aviones que se encuentran en mantenimiento en Estados Unidos; no hay más y se emplean a cien por ciento de la capacidad de transporte de tropas, medicamentos y otros suministros.”

Para esta noche habrá en Tabasco unos 7 mil 500 militares; esto es, alrededor de 5 por ciento del total de elementos del Ejército y la Fuerza Aérea, así como mil 627 elementos de la Armada y buques y aeronaves de la misma. Permanecerán también los helicópteros del Estado Mayor Presidencial.

Crisis

A su vez, Humberto Mayans Canabal, secretario de Gobierno, hizo un detallado recuento que, en algún momento, provocó la exasperación del Presidente, quien interrumpió al funcionario para pedirle: “concéntrese en lo más urgente”.

Mayans afirmó que hasta este viernes había daños en los 17 municipios de la entidad, en más de 70 por ciento del territorio (670 localidades afectadas), que han perjudicado a 700 mil ciudadanos; esta tragedia, agregó, representa pérdidas incalculables para la economía del estado.

Tan sólo en el transcurso de dos días han sido rescatadas 10 mil personas; se han habilitado 315 albergues, donde se alojan unas 69 mil personas, la mayoría del municipio de Centro y hasta el momento no hay reporte de decesos, dijo.

Sin embargo, el secretario hizo énfasis en que el daño sufrido por los tabasqueños en su patrimonio, así como las condiciones de vida actuales en las calles de la ciudad, principalmente porque Villahermosa no tiene agua potable, “implica un altísimo riesgo para la estabilidad social del estado”.

Hay 80 unidades médicas afectadas, 150 centros de salud con daños en su estructura y 48 en riesgo (incluidos hospitales de alta especialidad que ya fueron evacuados), añadió el funcionario estatal, y advirtió que sólo hay alimentos perecederos para siete días y no perecederos para 30 días.

Afirmó que el comercio se ha colapsado, no sólo por las inundaciones, sino por el temor de ser víctimas del pillaje, por lo que solicitó “mayor presencia del Ejército para el resguardo de mercancías y del orden social”.

La contingencia es de tal nivel que el Centro Tutelar para Menores Infractores “también se fue al agua”, por lo que fue necesario evacuar a 146 jóvenes y remitirlos al reclusorio estatal, el cual tiene cupo para 2 mil 900 personas, donde ya se delineó –ante la posibilidad de que también se inunde– un plan de evacuación para evitar, como ocurrió en 1999, un motín que provocó la huida de reos de alta peligrosidad.

Está descompuesta la planta potabilizadora de la capital, cuyo servicio requieren con urgencia 800 mil personas. La mayoría de las carreteras están afectadas; ade- más, de 5 mil 700 escuelas que hay en Tabasco, 4 mil se hallan afectadas y el ciclo escolar se suspendió hasta nuevo aviso.

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