LA MONTAÑA SE LEVANTA

La imaginación al poder

Fco. Javier Chaín Revuelta

Para no malgastar palabras diremos que federalismo es pacto. Un conjunto de municipios pacta y conforma un estado, un conjunto de estados pactan y conforman una federación. Esto, dicen, surgió con el nacimiento de los Estados Unidos de Norteamérica. Por eso cuando se habla de municipio se habla de municipio libre, y cuando se habla de estado, por ejemplo del estado de Veracruz, se dice Estado Libre y Soberano.

Un pacto así de estados para ser federación obedece a razones prácticas y económicas. Que cada estado sostenga un ejército o una oficina de relaciones exteriores resulta caro para cada uno, así mejor entre todos, cada estado contribuye con su parte, sostienen un ejército o una oficina común de relaciones exteriores.

En cuestión de impuesto originalmente cada municipio (como cada parroquia) recoge sus impuestos (sus diezmos) y de ellos entrega una parte al Estado (Obispado) para los gastos comunes. Así mismo cada Estado (cada obispado) entrega una parte a la Federación (al Vaticano) para el sostenimiento del ejército común y las representaciones comunes con el exterior.

Con el tiempo la resultante quedó en que la federación es la que capta la mayor parte del impuesto y reparte a su arbitrio y discreción recursos a los estados; el estado a su vez reparte a su gusto y conveniencia recursos a los municipios. Tal resultante provoca municipios sin recursos y municipios que no son nada libres como la ley pretende lo sean, y quedan sujetos a las limosnas que quieran darle.

Si queremos reforma fiscal más eficiente y mejor distribuida el municipio libre debe cobrar directamente los impuestos y casi nadie podrá evadirlos ya que el territorio municipal es reducido y todo mundo sabe de que pie cojea cada habitante. Y de lo que recaude el municipio enviará al estado las parte proporcional que le corresponda para los gastos comunes estatales pactados y sobre los cuales ejercerá vigilancia y transparencia, así los municipios serán libres, tendrán los recursos necesarios y no tendrán que pedir limosna a la federación pactada que con el tiempo se ha vuelto su verdugo.

Los expertos sin embargo andan por otros rumbos ellos hablan de lo apropiado que resultan los sistemas fiscales flexibles y alegan que en la medida que el sistema tributario busca la equidad y el logro de una variedad de objetivos sociales y económicos, la simplicidad de las leyes impositivas es una meta difícil de lograr. Ante el hecho de que las autoridades públicas procuran objetivos específicos, muchos de los cuales persiguen un fin extra-fiscal y otros netamente tributarios, exigen que la Administración Fiscal esté al servicio de la política fiscal, y a un nivel mas general, de la política del gobierno, debiendo en consecuencia realizar todos los esfuerzos necesarios para implementar los cambios exigidos por esta última. Por tanto si la política del gobierno es errática su política fiscal lo será también, y eso es lo que se observa y vive en estos ex solares y en estos tiempos. fjchain@hotmail.com