Atenco, una verdadera vergüenzasara lovera*
México, D.F., 12 de octubre (apro).- En la acción policiaca de San Salvador Atenco se cometieron delitos de lesa humanidad, como la tortura sexual, perpetrada como una clara intención de venganza política y castigo para 27 mujeres que fueron detenidas, retenidas más de cuatro horas e incomunicadas. También se ha podido acreditar que los jefes policiacos tenían conocimiento de los hechos. ¿También el gobernador del Estado de México?Lo de Atenco es verdaderamente un horror. Ahora los llamados a la intervención de la Policía Federal Preventiva (PFP) como pacificadora de Oaxaca, dejan claro que eso sería tanto como el anuncio de nuevas vejaciones, humillaciones, detenciones ilegales y barbarie.Esta semana, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) entregará al gobierno de Vicente Fox las recomendaciones sobre el caso Atenco, mientras que un adelanto televisivo del contenido del documento nos deja con la boca abierta.Tortura, humillaciones, exceso de fuerza pública, detenciones ilegales, allanamiento de morada, violación y abusos sexuales… El mismísimo presidente de la CNDH, José Luis Soberanes puso contra la pared a la Procuraduría General de la República (PGR) ante hechos que, dijo, se pueden acreditar ampliamente.El resultado deja en claro que el abuso sexual en circunstancias como las de San Salvador Atenco, es una forma de tortura. Y eso, dicho ya, es inaceptable.Frente a las cámaras, Soberanes aseguró contar con más de mil fotografías que muestran los abusos y los excesos; pero además las investigaciones confirman que la policía actuó ferozmente, no que algunos policías se excedieron. Lo más terrible y que comprueba el estado de impunidad, es que del 3 de mayo a la fecha, es decir a cinco meses de los hechos, solamente se ha consignado a un policía, que quince están en investigación y el resto de los responsables gozan de buena salud.Pero hay más. Resulta que el presidente de la CNDH ha configurado lo que son otros delitos, como la retención y expulsión del país de tres extranjeras, a pesar que el Ministerio Público las había liberado porque contaban con un amparo. Es decir, durante la incursión en Atenco se violó todo. No existe entonces el llevado y traído estado de derecho.El informe de la CNDH, que se está terminando, se sumó al que dio a conocer la semana pasada Amnistía Internacional (AI), en el que también se acredita la denegación de justicia. Todavía están en el penal de Santiaguito 32 personas, cuyo juicio no se sostiene, afirman tanto Amnistía como CNDH.¿De qué estamos hablando? Si estos reportes, con investigaciones, testimonios, pruebas, simplemente han sido descalificados por la autoridad, que cínicamente ha señalado que las denuncias de las mujeres atacadas fueron de “corte político”.¿En qué cabeza cabe esa información o desinformación? Si hay más de mil fotografías con los tocamientos, con las huellas de la humillación, con la evidencia de sometimiento y vejaciones brutales.Me pregunto hasta dónde la sociedad mexicana puede pasar por alto esta situación., que cobra relevancia por las amenazas directas y veladas al pueblo levantado en Oaxaca.Los informes de la CNDH señalan que las autoridades, PFP y la policía estatal del Estado de México incurrieron en otros delitos, como el que las autoridades del penal de Santiaguito hayan lavado las ropas de las víctimas; incomunicado a los detenidos, y sean responsables de la muerte de un adulto y un menor.La CNDH asegura que los habitantes de San Salvador Atenco no usaron armas de fuego, que las armas homicidas de pistolas 38 especial son las que usa la PFP.Y mientras tanto, el gobernador del Estado de México gasta cantidades millonarias en publicidad televisiva en triple “A”, todos los días, ¿Quién le toma cuentas al respecto?La discusión de la violencia institucional, de la tortura sexual, de los abusos policiacos no puede esperar. Y no puede esperar tampoco la indiferencia ante esta injusticia, ni podemos cruzarnos de brazos ante hechos tan evidentes que, obvio es decirlo, son la antesala del próximo gobierno que, además de sospechosamente ilegítimo, no ve, no oye, no atiende ninguna de estas dificultades.Durante los próximos días, la campaña de Amnistía en las embajadas mexicanas de todo el mundo, y el informe de la CNDH, dejarán al descubierto, una vez más, el carácter autoritario del sistema y gobiernos mexicanos. Es una verdadera vergüenza. * Periodista feminista.
México, D.F., 12 de octubre (apro).- En la acción policiaca de San Salvador Atenco se cometieron delitos de lesa humanidad, como la tortura sexual, perpetrada como una clara intención de venganza política y castigo para 27 mujeres que fueron detenidas, retenidas más de cuatro horas e incomunicadas. También se ha podido acreditar que los jefes policiacos tenían conocimiento de los hechos. ¿También el gobernador del Estado de México?Lo de Atenco es verdaderamente un horror. Ahora los llamados a la intervención de la Policía Federal Preventiva (PFP) como pacificadora de Oaxaca, dejan claro que eso sería tanto como el anuncio de nuevas vejaciones, humillaciones, detenciones ilegales y barbarie.Esta semana, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) entregará al gobierno de Vicente Fox las recomendaciones sobre el caso Atenco, mientras que un adelanto televisivo del contenido del documento nos deja con la boca abierta.Tortura, humillaciones, exceso de fuerza pública, detenciones ilegales, allanamiento de morada, violación y abusos sexuales… El mismísimo presidente de la CNDH, José Luis Soberanes puso contra la pared a la Procuraduría General de la República (PGR) ante hechos que, dijo, se pueden acreditar ampliamente.El resultado deja en claro que el abuso sexual en circunstancias como las de San Salvador Atenco, es una forma de tortura. Y eso, dicho ya, es inaceptable.Frente a las cámaras, Soberanes aseguró contar con más de mil fotografías que muestran los abusos y los excesos; pero además las investigaciones confirman que la policía actuó ferozmente, no que algunos policías se excedieron. Lo más terrible y que comprueba el estado de impunidad, es que del 3 de mayo a la fecha, es decir a cinco meses de los hechos, solamente se ha consignado a un policía, que quince están en investigación y el resto de los responsables gozan de buena salud.Pero hay más. Resulta que el presidente de la CNDH ha configurado lo que son otros delitos, como la retención y expulsión del país de tres extranjeras, a pesar que el Ministerio Público las había liberado porque contaban con un amparo. Es decir, durante la incursión en Atenco se violó todo. No existe entonces el llevado y traído estado de derecho.El informe de la CNDH, que se está terminando, se sumó al que dio a conocer la semana pasada Amnistía Internacional (AI), en el que también se acredita la denegación de justicia. Todavía están en el penal de Santiaguito 32 personas, cuyo juicio no se sostiene, afirman tanto Amnistía como CNDH.¿De qué estamos hablando? Si estos reportes, con investigaciones, testimonios, pruebas, simplemente han sido descalificados por la autoridad, que cínicamente ha señalado que las denuncias de las mujeres atacadas fueron de “corte político”.¿En qué cabeza cabe esa información o desinformación? Si hay más de mil fotografías con los tocamientos, con las huellas de la humillación, con la evidencia de sometimiento y vejaciones brutales.Me pregunto hasta dónde la sociedad mexicana puede pasar por alto esta situación., que cobra relevancia por las amenazas directas y veladas al pueblo levantado en Oaxaca.Los informes de la CNDH señalan que las autoridades, PFP y la policía estatal del Estado de México incurrieron en otros delitos, como el que las autoridades del penal de Santiaguito hayan lavado las ropas de las víctimas; incomunicado a los detenidos, y sean responsables de la muerte de un adulto y un menor.La CNDH asegura que los habitantes de San Salvador Atenco no usaron armas de fuego, que las armas homicidas de pistolas 38 especial son las que usa la PFP.Y mientras tanto, el gobernador del Estado de México gasta cantidades millonarias en publicidad televisiva en triple “A”, todos los días, ¿Quién le toma cuentas al respecto?La discusión de la violencia institucional, de la tortura sexual, de los abusos policiacos no puede esperar. Y no puede esperar tampoco la indiferencia ante esta injusticia, ni podemos cruzarnos de brazos ante hechos tan evidentes que, obvio es decirlo, son la antesala del próximo gobierno que, además de sospechosamente ilegítimo, no ve, no oye, no atiende ninguna de estas dificultades.Durante los próximos días, la campaña de Amnistía en las embajadas mexicanas de todo el mundo, y el informe de la CNDH, dejarán al descubierto, una vez más, el carácter autoritario del sistema y gobiernos mexicanos. Es una verdadera vergüenza. * Periodista feminista.
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