FRANJA SUR
RENE ALBERTO LOPEZ
Ni Ojeda, ni Granier
Está probado una vez más que los resultados en política son impredecibles. Apenas el pasado mes de abril todo era color de rosa para el PRD. La izquierda mexicana estaba ante su gran oportunidad de llegar a la Presidencia de la República, y se pensaba que automáticamente el estado de Tabasco pasaría a la bushaca del sol azteca. En el horizonte del PRI sólo se vislumbraban tinieblas.
Ya en la campaña por la gubernatura todo iba viento en popa, y en ese mar de soberbia que cundía entre algunos personajes del equipo de colaboradores de Raúl Ojeda, incluso, unos que se creían machuchones –de cuyos nombres no quiero acordarme-- vociferaban contra este periódico, que ha sido estandarte en la lucha democrática en este rincón del sureste, aún con sus conocidas carencias de siempre.
A seis meses el panorama es totalmente diferente. ¿Exceso de confianza? ¿Errores al no realizar amarres con grupos y personajes importantes? ¿Menosprecio a inconformes de la elección interna? ¿Descarada elección de Estado? Lo que usted quiera, pero el escenario es distinto.
Hoy la felicidad, la algarabía, está del otro lado, en el PRI, donde también ya los carcome la maldita soberbia que tanto daño hace a los políticos. Están confiados y no paran de celebrar un proceso electoral que aún no concluye.
Se sienten amos y señores de Tabasco para los próximo seis años, pero habría que decirles a los granieristas que no todo está escrito, porque esto "no se acaba hasta que se acaba".
La siguiente etapa es la de los tribunales electorales, y es aquí a donde queríamos llegar.
Hay un escenario del que se habló mucho durante las campañas electorales. La versión que se extendió por muchos mentideros políticos era en sentido de que el grupo de Roberto Madrazo, capitaneado por el gobernador Manuel Andrade, haría todo lo posible para que Raúl Ojeda no ganara el proceso... pero tampoco Andrés Granier.
El lector se preguntará ¿cómo está eso? Bien, se decía que los madracistas harían todo lo posible para llenar de irregularidades el proceso del 15 de octubre, buscando con ello que la elección la anule el Trife, eso les permitiría ganar tiempo para que en el 2007 postulen un candidato al gobierno del estado que sea madracista de sepa...
La versión comenzó a cobrar fuerza cuando en los días previos a la elección empezaron a asomar prácticas desaseadas, y hasta burdas, que, seguramente serán llevadas al máximo tribunal electoral.
Es sabido que uno de los principios de toda elección es el de la equidad y la no intromisión del gobierno en los procesos electorales. Pero Manuel Andrade y sus funcionarios hicieron todo lo contrario.
Se fueron a fondo. Hasta parecía que los hacían con toda la insana intención para enlodar el proceso a su máxima expresión. Así, aparecieron los videos de José del Carmen Domínguez Nares, donde pide el voto a los transportistas. Luego aparecen las bodegas repletas de despensas y otros enseres. Aquí, según denunció el perredista Horacio Duarte, el empresario Nacho Cobo, ligado al PRI y a la campaña de Granier, era el distribuidor de Bimex, las bicicletas encontradas en las mapacheras del PRI. (La Jornada/ 17-10-2006).
Luego vino lo más grave: el ambiente de hostigamiento policiaco y represión brutal hacia los militantes y dirigentes del PRD. La burda exhibición de solaztequistas por la televisión local y nacional, donde los muestran como pandilleros que llegaron al estado a reventar la elección. Los afectados ya denunciaron que fueron torturados y vejados. Todo esto, desde luego, vulneró el voto libre.
Con ese titipuchal de pruebas que documentará el PRD ante el Trife, en el que por cierto estarán nuevos magistrados, los madracistas están en vías de lograr su perverso propósito: "Ni Ojeda, ni Granier". Dicen que la presidenta del PRI, Georgina Trujillo, ya se frota las manos.
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