Miembros de la otra campaña también rechazaron la construcción del muro
Cierran puente internacional en El Paso en apoyo a oaxaqueños
Más de 500 ciudadanos mexicanos y estadunidenses apoyaron la manifestación
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Ciudad Juárez, Chih. 1º de noviembre. Al filo de las 10 horas fue "clausurado" durante más de media hora el puente internacional Lerdo, puerta de acceso a México desde El Paso, Texas, en una acción concertada de la otra campaña en ambos lados de la frontera, encabezada por el subcomandante Marcos y en la cual participaron unos 500 ciudadanos mexicanos y estadunidenses.
"Hemos llegado hasta acá para cerrar simbólicamente este puente internacional en solidaridad con el pueblo de Oaxaca y también para protestar por una serie de injusticias que hemos visto en Juárez y toda la frontera norte", expresó Marcos en la mera 'linia' amarilla, entre las banderas tricolor y de las barras y estrellas. En ese momento llegó del lado texano un helicóptero de la policía aduanal estadunidense y sobrevoló el bloqueo a baja altura, para intimidar más que vigilar. La aeronave despertó 500 formas bilingües de repudio verbal y mímico.
"Hemos visto cómo el muro que levanta el gobierno de George Bush con la complicidad de Vicente Fox sólo es para matar a nuestra gente. Cómo se agrega al muro del río, al del desierto, y nuestros compatriotas, que están cruzando para trabajar, no para hacer ningún mal, son tratados como terroristas", siguió diciendo el delegado Zero entre el fervor combativo de la concurrencia, que llegada de las dos riberas del Bravo, al encontrarse a mitad del puente se fundió entre consignas y abrazos. "Oaxaca no es cuartel, fuera Ejército de él", "Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó", repetían todos. Un ataúd negro rezaba: "¿Cuántos muertos más? Fuera URO".
En el borde juarense acechaban varias patrullas del municipio y federales, mientras del lado texano se realizaba un operativo de diversas corporaciones de Homeland Security, el condado y el estado de Texas. Con armas de alto poder, cascos y escudos antimotines, granadas de gas y un feroz perro policía, se apostaron granaderos pertenecientes a la US Border Patrol, Inmigration Police Custom Enforcement, US Custom and Border Protection, así como 'sherifes' de El Paso y los 'rinches rangers' (como dicen los viejos corridos) del estado de Texas.
"En Juárez no hay justicia, las mujeres jóvenes son asesinadas y nunca se sabe quién fue el culpable y parece cada vez más que el gobierno en Juárez y Chihuahua es cómplice de esto", dijo Marcos ante una audiencia en la que se encontraban decenas de miembros de Border Witness Delegation, quienes defienden allá los derechos de nuestros emigrantes.
"Hemos llegado hasta acá para decir a Oaxaca que no está sola. Que Chihuahua, Juárez, El Paso, que todo el país, y Texas también, están con su lucha. Por primera vez se han juntado dos jefes sin cerebro, el señor Bush y el Vicente Fox, y ambos lados de la frontera padecemos la injusticia de tener un gobierno que no merecemos. La otra campaña no reconoce esta frontera, considera a nuestros compañeros del otro lado como parte de México, como parte nuestra. Nuestra lucha no reconoce ese helicóptero, ni esta raya, ni esa bandera de allá arriba. México no empieza aquí en esta raya sino mucho más allá adentro, donde cada uno de nuestros compatriotas lucha y trabaja".
Tras mencionar los bloqueos en otras partes del país, Marcos afirmó que para los zapatistas y la otra campaña "esa es nuestra forma de decirle a Fox que deje de decir mentiras y engañar a la gente". Saludó a los vecinos, "compañeros y compañeras del otro lado; no hay otro lado, es el mismo. Los del otro lado están en ese helicóptero y en la Casa Blanca. Juntos, desde abajo, vamos a hacer caer a unos y otros. Estamos proponiendo que en nuestro país, que no reconoce esta frontera, manden los que están abajo".
Los manifestantes coreaban: "Sin fronteras somos un solo pueblo". A menos de 50 metros, varios agentes estadunidenses vigilaban, tensos, pegados a sus radios. Tomaron la palabra un trabajador agrícola de El Paso, la Asociación de Trabajadores Fronterizos, Movimiento Justicia por el Barrio, Red de Solidaridad con México, grupos estudiantiles chicanos y organizaciones juarenses. "En la frontera hemos dicho ya basta", proclamó un joven chicano. "Aquí en la frontera sigue la resistencia".
María Eugenia López, de El Paso pero hija de una familia oaxaqueña "exiliada por el gobierno mexicano", se dijo orgullosa de su pueblo y lanzó vivas a la APPO. Nick, joven neoyorkino y miembro de Indymedia, mencionó "las muchas lágrimas" de los amigos de Brad Will: "Hemos perdido a nuestro hermano y muchos otros en los ataques del gobierno de Oaxaca. El murió de pie, apoyando los sueños que le inspiró el zapatismo". Al concluir el bloqueo, un grupo autónomo de Juárez colocó del lado mexicano una barricada de lazos y costales blancos.
Por otra parte, la policía municipal de Juárez intentó catear esta mañana el domicilio donde pernocta la karavana y amenazó con detener al subcomandante Marcos porque "no nos gusta", alegando "robos" en el vecindario y la presencia "de encapuchados". Anoche, desconocidos rompieron la ventana más grande del autobús donde viaja la karavana, a pesar de que rondaban por ahí unas diez patrullas. Cómo tendría la conciencia la autoridad municipal, que hoy aceptó pagar los daños.
Cierran puente internacional en El Paso en apoyo a oaxaqueños
Más de 500 ciudadanos mexicanos y estadunidenses apoyaron la manifestación
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Ciudad Juárez, Chih. 1º de noviembre. Al filo de las 10 horas fue "clausurado" durante más de media hora el puente internacional Lerdo, puerta de acceso a México desde El Paso, Texas, en una acción concertada de la otra campaña en ambos lados de la frontera, encabezada por el subcomandante Marcos y en la cual participaron unos 500 ciudadanos mexicanos y estadunidenses.
"Hemos llegado hasta acá para cerrar simbólicamente este puente internacional en solidaridad con el pueblo de Oaxaca y también para protestar por una serie de injusticias que hemos visto en Juárez y toda la frontera norte", expresó Marcos en la mera 'linia' amarilla, entre las banderas tricolor y de las barras y estrellas. En ese momento llegó del lado texano un helicóptero de la policía aduanal estadunidense y sobrevoló el bloqueo a baja altura, para intimidar más que vigilar. La aeronave despertó 500 formas bilingües de repudio verbal y mímico.
"Hemos visto cómo el muro que levanta el gobierno de George Bush con la complicidad de Vicente Fox sólo es para matar a nuestra gente. Cómo se agrega al muro del río, al del desierto, y nuestros compatriotas, que están cruzando para trabajar, no para hacer ningún mal, son tratados como terroristas", siguió diciendo el delegado Zero entre el fervor combativo de la concurrencia, que llegada de las dos riberas del Bravo, al encontrarse a mitad del puente se fundió entre consignas y abrazos. "Oaxaca no es cuartel, fuera Ejército de él", "Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó", repetían todos. Un ataúd negro rezaba: "¿Cuántos muertos más? Fuera URO".
En el borde juarense acechaban varias patrullas del municipio y federales, mientras del lado texano se realizaba un operativo de diversas corporaciones de Homeland Security, el condado y el estado de Texas. Con armas de alto poder, cascos y escudos antimotines, granadas de gas y un feroz perro policía, se apostaron granaderos pertenecientes a la US Border Patrol, Inmigration Police Custom Enforcement, US Custom and Border Protection, así como 'sherifes' de El Paso y los 'rinches rangers' (como dicen los viejos corridos) del estado de Texas.
"En Juárez no hay justicia, las mujeres jóvenes son asesinadas y nunca se sabe quién fue el culpable y parece cada vez más que el gobierno en Juárez y Chihuahua es cómplice de esto", dijo Marcos ante una audiencia en la que se encontraban decenas de miembros de Border Witness Delegation, quienes defienden allá los derechos de nuestros emigrantes.
"Hemos llegado hasta acá para decir a Oaxaca que no está sola. Que Chihuahua, Juárez, El Paso, que todo el país, y Texas también, están con su lucha. Por primera vez se han juntado dos jefes sin cerebro, el señor Bush y el Vicente Fox, y ambos lados de la frontera padecemos la injusticia de tener un gobierno que no merecemos. La otra campaña no reconoce esta frontera, considera a nuestros compañeros del otro lado como parte de México, como parte nuestra. Nuestra lucha no reconoce ese helicóptero, ni esta raya, ni esa bandera de allá arriba. México no empieza aquí en esta raya sino mucho más allá adentro, donde cada uno de nuestros compatriotas lucha y trabaja".
Tras mencionar los bloqueos en otras partes del país, Marcos afirmó que para los zapatistas y la otra campaña "esa es nuestra forma de decirle a Fox que deje de decir mentiras y engañar a la gente". Saludó a los vecinos, "compañeros y compañeras del otro lado; no hay otro lado, es el mismo. Los del otro lado están en ese helicóptero y en la Casa Blanca. Juntos, desde abajo, vamos a hacer caer a unos y otros. Estamos proponiendo que en nuestro país, que no reconoce esta frontera, manden los que están abajo".
Los manifestantes coreaban: "Sin fronteras somos un solo pueblo". A menos de 50 metros, varios agentes estadunidenses vigilaban, tensos, pegados a sus radios. Tomaron la palabra un trabajador agrícola de El Paso, la Asociación de Trabajadores Fronterizos, Movimiento Justicia por el Barrio, Red de Solidaridad con México, grupos estudiantiles chicanos y organizaciones juarenses. "En la frontera hemos dicho ya basta", proclamó un joven chicano. "Aquí en la frontera sigue la resistencia".
María Eugenia López, de El Paso pero hija de una familia oaxaqueña "exiliada por el gobierno mexicano", se dijo orgullosa de su pueblo y lanzó vivas a la APPO. Nick, joven neoyorkino y miembro de Indymedia, mencionó "las muchas lágrimas" de los amigos de Brad Will: "Hemos perdido a nuestro hermano y muchos otros en los ataques del gobierno de Oaxaca. El murió de pie, apoyando los sueños que le inspiró el zapatismo". Al concluir el bloqueo, un grupo autónomo de Juárez colocó del lado mexicano una barricada de lazos y costales blancos.
Por otra parte, la policía municipal de Juárez intentó catear esta mañana el domicilio donde pernocta la karavana y amenazó con detener al subcomandante Marcos porque "no nos gusta", alegando "robos" en el vecindario y la presencia "de encapuchados". Anoche, desconocidos rompieron la ventana más grande del autobús donde viaja la karavana, a pesar de que rondaban por ahí unas diez patrullas. Cómo tendría la conciencia la autoridad municipal, que hoy aceptó pagar los daños.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario