Sin definir el mecanismo y las reglas para la elección de la próxima dirigencia perredista concluyó el primer día de sesiones del Consejo Nacional de ese partido.
La escasez de consensos y la evidente división entre las dos grandes corrientes que respaldan las candidaturas de Alejandro Encinas y Jesús Ortega propiciaron que los consejeros se enfrascaran en una confrontación evidente en torno al diferendo entre Ruth Zavaleta, presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, y Gerardo Fernández Noroña, secretario de Comunicación del PRD.
El desacuerdo condujo a Leonel Cota, presidente del partido, a convocar, de último momento, a Encinas y Ortega para resolver en una comida el entuerto. Tras dos horas de reunión en el restaurante del hotel Imperial, los tres dirigentes salieron satisfechos para comunicar a sus respectivos grupos el acuerdo alcanzado.
Sin embargo, conforme avanzaba la noche, y al cierre de la edición de este diario, las propuestas se iban desechando para ocupar las tres comisiones clave para la elección de marzo próximo. En la Comisión Técnica Electoral se barajaron como posibles integrantes o responsables a Marcela Lagarde, Arturo Núñez y Bernardo Bátiz. Desde temprana hora quedó descartado el Consejo Ciudadano encabezado por Clara Jusidman.
Para la Comisión Nacional de Garantías se consideraban los nombres de Fernando Romero, Marcela Lagarde y Renato Sales. Y en el órgano de afiliación, Francisco Saucedo y un representante por cada corriente del PRD.
Apenas se presentó el acuerdo, Cota, Encinas y Ortega, éste se entrampó ante la negativa de las corrientes que respaldan al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal a aceptar algunas de las propuestas. El argumento fue que en ese listado figuran nombres cercanos a Andrés Manuel López Obrador, y si Jesús Ortega ganara la contienda interna no habría razón para impugnar el resultado del proceso porque éste habría sido avalado por todos los grupos del partido.
El Consejo Nacional de ayer dio inicio tres horas después de la hora programada. El retraso obedeció a un fallido intento del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y líderes de corrientes de reunirse con el objeto de alcanzar consensos y aprobarlos.
Quienes sí se reunieron desde temprana hora fueron los consejeros de Nueva Izquierda, cuya corriente puso sobre la mesa de discusión la estancia de Gerardo Fernández Noroña en el CEN o por lo menos someterlo a un proceso por dañar la imagen del partido con sus declaraciones.
Cota dio inicio a los trabajos de la sesión del consejo con un discurso sobre la situación política del partido. Convocó a la unidad, sin deslindarse públicamente de las acciones del vocero, y pidió a quienes aspiran a sucederlo en el cargo a conducirse conforme a la institucionalidad del PRD.
“Dejemos atrás las pugnas internas sin sentido aparente, que restan energías y confunden los objetivos comunes, porque las batallas encarnizadas tenemos que librarlas afuera. Adentro debe prevalecer la competencia justa y limpia, el disenso abierto pero respetuoso… Los debates artificiales colocados en la agenda de los medios para favorecer los intereses de nuestros adversarios en nada benefician al partido.”
Como predicador en el desierto, el presidente nacional del sol azteca fue desoído, pese al llamado que hizo para evitar la autoflagelación pues, dijo, “proyecta imágenes distorsionadas del PRD y enturbia el proceso de renovación” de la dirigencia.
“El futuro del partido está inevitablemente vinculado al correcto desarrollo del proceso que culminará en abril próximo. Cuidémoslo sin dejar de cumplir al mismo tiempo nuestro papel como posición de izquierda nacionalista, vigilando la toma de decisiones del gobierno de facto.”
El ex gobernador de Baja California advirtió que en la escena nacional, el PRD enfrenta riesgos “donde los adversarios acechan y promueven los errores y la desunión. Ya hemos observado las consecuencias cuando esas dos posibilidades ocurren en la realidad. En las elecciones locales más recientes quedó de manifiesto el retroceso, cuando vamos divididos y, por el contrario, observamos los avances innegables que conseguimos al mantener la unidad”.
Durante el desarrollo del consejo fue evidente una presencia mayoritaria de Nueva Izquierda arropando la candidatura de Jesús Ortega. Incluso, éstos presentaron la propuesta de integrar los comités que regularan la elección interna con un solo representante. Más tarde ese intento fue desechado por los grupos que respaldan a Encinas, quien sí se presentó a la sede de los trabajos después de la comida que sostuvo con Cota y su principal opositor en la contienda.
Anoche, las diversas corrientes del partido sostenían encuentros en busca de una salida negociada.
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